ANTE LOS PROBLEMAS, PURAS PALABRAS
PERSPECTIVA
Por Marcos Pineda Godoy
Martes 10 de diciembre de 2024
La instrumentación de la reforma al Poder Judicial sigue dando tumbos. En cada una de sus etapas, la falta de estudio y previsión se han ido evidenciando. Lo más reciente son las reformas a las leyes secundarias, a las que se suman las carencias presupuestales y las cuestionadas listas -que denominan como preliminares- de las personas que se inscribieron para buscar una candidatura, ya bien a jueces, magistrados o ministros.
Primer problema, una vez más, el énfasis de las reformas a las leyes secundarias está puesto en la forma en que habrán de integrarse los órganos impartidores de justicia, pero no contemplan ni una sola línea sobre la manera de combatir la corrupción en su interior, uno de los dos motivos en que fundamentaron la iniciativa. En realidad, la sustitución del Consejo de la Judicatura por el Tribunal de Disciplina Judicial, que será el responsable de recibir y procesar cualesquiera denuncias en contra de los integrantes del Poder Judicial, teniendo facultades para investigar y sancionar, así como dar vista al Ministerio Público y solicitar juicios políticos, ¿será una solución? Lo integrarán cinco magistrados electos por voto popular, siempre que, se supone, cumplan con los requisitos, como tener promedio general mínimo de 8 en sus estudios universitarios y de 9 en las materias relacionadas con sus encargos, así como las famosas cartas de recomendación de sus vecinos y colegas.
Vamos, segundo problema, ni siquiera tenemos claro si habrá presupuesto realmente suficiente para garantizar unas elecciones confiables, ni qué parte de las leyes les aplicarán para sus campañas electorales de 30 días y qué partes no, salvo que no recibirán financiamiento público y que tendrán acceso a los tiempos oficiales de radio y televisión, lo que de suyo ya es cuestionable pues no recibirán el mismo trato que se da a personas que sean candidatas o candidatos a otros tipos de puestos de elección popular, hecho que podría significar, por ser discriminatorio, la vulneración de sus derechos político electorales.
Lo que sí tenemos claro, tercer problema, es que el próximo 15 de diciembre deberán publicarse las listas definitivas de quienes se considera que cumplen con los requisitos constitucionales de elegibilidad, donde vienen otros problemas que nadie ha explicado cómo los piensan resolver, al menos en lo que corresponde a las listas del Ejecutivo y Legislativo, porque las del Poder Judicial sí están siendo revisadas por grupos de trabajo, apoyados con personal calificado y equipo informático. Pero, de parte del Ejecutivo y del Legislativo solamente sabemos que las están revisando cinco personas en cada uno. ¿De verdad cree usted que esas cinco personas, por ejemplo, del Comité del Poder Legislativo, van a poder revisar de aquí al domingo quiénes de esas más de doce mil personas registradas en verdad cumplen con los requisitos para pasar a la siguiente etapa?
Desde el oficialismo, cada uno de estos problemas ha sido minimizado, argumentando que no tendrán consecuencias, que se llevará a cabo la elección extraordinaria a como dé lugar, que se hará efectivo el combate a la corrupción y será más barato mantener el sistema judicial, que es el otro fundamento esbozado para la reforma. Pero lo único que nos ofrecen son palabras para creer en ello. Si no fueran ahora gobierno, si estuvieran en la oposición, ante tales circunstancias, ¿se imagina usted las denuncias públicas, los escándalos que estarían armando, incluidas manifestaciones, claro, que estarían llevando a cabo los andrésmanueles, los noroñas, los adanesaugustos y los monreales? Sin duda, ya habrían descalificado, por completo, todo este proceso.
Y para iniciados:
La problemática financiera en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) sigue siendo el cuento de nunca acabar. Tantos años de malas administraciones, intervención de intereses ajenos a la máxima casa de estudios y falta de soluciones de fondo, de largo plazo, o se reparan o pondrán en riesgo a la UAEM de dejar ser considerada como una de las mejores, entre las instituciones universitarias locales. A la UAEM le urgen buenas noticias.
La información es PODER!!!