Apagones crónicos en Subida a Chalma, al norte de Cuernavaca: la CFE ahorra en transformadores y deja a miles sin electricidad
En la creciente zona de Subida a Chalma, desde su inicio hasta la Colonia del Bosque, los residentes y comercios enfrentan apagones frecuentes que han escalado a un problema crónico en los últimos dos meses, con cortes de energía de dos a tres veces por semana. Este sábado lleva hasta seis fallas.
Fuentes internas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) revelan que la empresa estatal opta por no invertir en la instalación de suficientes transformadores (semejantes al de la imagen), como lo exige la ley, priorizando el mantenimiento de su infraestructura obsoleta sobre la demanda explosiva de una área en plena expansión urbana.
Este “milagro” eléctrico, según denuncias locales, busca evitar daños en una red insuficiente, pero deja a familias y negocios en la penumbra, agravando la frustración de miles de afectados.
El boom inmobiliario y comercial ha multiplicado la necesidad de suministro eléctrico: tres tiendas Oxxo, dos gasolineras, dos antenas de telefonía, una central de Telmex, la cadena Simi, Tienda 3B —con un gimnasio de boxeo en el piso superior—, Tienda Merpol y la Villa Internacional de Tenis, que incluye hotel y gimnasio, son solo algunos de los consumidores de energía en la zona.
A esto se suman decenas de negocios a lo largo de Subida a Chalma y un flujo constante de nuevos habitantes, impulsado por construcciones residenciales que no paran. Incluso la Farmacia Guadalajara, un ancla local, depende de dos generadores a gasolina que operan de forma intermitente —no una planta eléctrica permanente—, lo que evidencia la precariedad general.
Residentes como los de esta colonia reportan que la CFE desconecta el servicio intencionalmente para proteger sus escasos transformadores montados en postes de luz —poquísimos a lo largo del trayecto, según observaciones preliminares—, ignorando el crecimiento que exige una red robusta y actualizada.
La solución pasa por la acción colectiva: llamar al 071 desde un celular para reportar fallos, exigir un folio de referencia y movilizar al menos a 100 personas de las miles impactadas, ya que reportes aislados son ignorados.
Iniciativas como recorridos comunitarios para mapear y documentar la escasez de transformadores —un esfuerzo que vecinos proponen emprender pronto— podrían presionar a la CFE a cumplir con su obligación legal.
Mientras tanto, Subida a Chalma clama por una red eléctrica que ilumine su futuro, no que lo apague; la empresa, que responde a directrices corporativas y no a la voz de sus empleados de campo, debe priorizar el servicio público sobre el ahorro presupuestal, antes de que la oscuridad se convierta en blackout permanente.