ASÍ MUEREN LAS DEMOCRACIAS
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Viernes 1 de septiembre de 2023
LA MADRE DE TODAS LAS ELECCIONES se llevará a cabo el domingo 2 de junio de 2024. Se estima que más de 95 millones de mexicanos acudirán a las urnas a elegir a quien será el presidente número 66 y el sucesor de Andrés Manuel López Obrador. ¿O tenemos que decir presidenta 66 y/o sucesora del macuspano? El proceso electoral constitucional arrancará este primero de septiembre.
El sexenio de AMLO será el más corto desde el gobierno del general Lázaro Cárdenas (1 de diciembre de 1934-30 de noviembre de 1940), pues con la reforma político-electoral de 2014 se modificaron las fechas de entrega-recepción de los poderes. Dicha reforma estableció que la transición de poder Ejecutivo se realizará el 1 de octubre y no el 1 de diciembre, como ocurrió hasta ahora.
Así las cosas, el 2 de junio de 2024 se elegirán 128 senadores y 500 diputados federales, en tanto que se renovarán nueve gubernaturas y la jefatura de gobierno de la Ciudad de México: seis de ellas gobernadas por Morena; dos por el PAN y una por MC. Además, en la capital también se elegirán a nuevos representantes de las 16 alcaldías; nueve gobernadas por la oposición y siete por Morena. Y en 30 estados del país se renovarán los congresos locales. Sin embargo, todo apunta a que los mexicanos estaremos ante una elección de estado, a la vieja usanza priísta y su tristemente célebre carro completo.
Por eso he titulado esta columna ASÍ MUEREN LAS DEMOCRACIAS. Porque, al menos en México, se respiran aires de autoritarismo. Un día sí y otro también, el presidente de la República envía mensajes a sus adversarios sobre la elección de estado que viene; y su feligresía ya es la destinataria de un discurso de odio y gran polarización hacia todos los partidos opositores a Morena. AMLO es el jefe de la nueva campaña presidencial. El martes de la presente semana indicó que le propondrá a la candidata o el candidato presidencial de Morena utilizar como tópico de campaña la necesidad de que los ministros, magistrados y jueces de distrito sean electos mediante el voto popular. El presidente está metido de lleno en los siguientes comicios.
¿Cómo identificar entonces a un gobernante autoritario y cómo mueren las democracias? Para responder ambas preguntas debo referirme a Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, catedráticos en el área de Gobierno en la Universidad de Harvard, autores del libro titulado “Cómo mueren las democracias”, de editorial Crown (2018). Los dos catedráticos coinciden en señalar que las democracias mueren a través de las elecciones, cuando los nuevos gobiernos atacan a los árbitros, compran a los actores neutrales, y alteran las reglas electorales.
A continuación transcribo los cuatro indicadores clave sobre el comportamiento de un gobernante autoritario o autócrata.
1.- Rechaza, ya sea de palabra o acción, las reglas democráticas del juego: sugiere una constitución moral superior, deslegitima elecciones legítimas, reforma la Constitución para consolidar el poder personal o partidario.
2.- Niega legitimidad de sus oponentes descritos como enemigos.
3.- Tolera la violencia, alienta el linchamiento de adversarios, aun verbal.
4.- Expresa intolerancia ante críticas y predisposición a utilizar poder (incluyendo monopolio tributario) para castigar o restringir libertades de opositores, incluidos de medios de comunicación.
Una característica de los gobernantes autoritarios es su discurso dirigido al estado emocional de los ciudadanos. Cuando estos líderes populistas ganaron las elecciones, asaltaron las instituciones democráticas, debilitándolas y finalmente extinguiéndolas. Estaremos atentos a lo que se aproxima y aquí lo comentaremos para ustedes.