ASÍ MUEREN LAS DEMOCRACIAS
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Martes 19 de diciembre de 2023
El 17 de junio de 2020 leí (y guardé) un mensaje interesante, subido a su cuenta de Twitter por Ciro Murayama Rendón, entonces consejero del Instituto Nacional Electoral (INE). Lo transcribo a continuación:
“¿Cómo identificar a un político autoritario? Levitsky y Ziblatt, siguiendo a Linz, ofrecen esta guía, ojo: 1) Rechaza reglas democráticas, 2) niega legitimidad a sus oponentes, 3) tolera la violencia, 4) restringe libertades civiles, incluidos los medios de comunicación”.
Fue un texto breve, a la manera de dicha red social, pero significativo.
Creo necesario explicar quiénes son Steven Levitsky y Daniel Ziblatt. Se trata de dos catedráticos en el área de Gobierno en la Universidad de Harvard, autores del libro titulado “Cómo mueren las democracias”, de editorial Crown (2018). Y Juan José Linz, nacido en Bonn, Alemania, el 24 de diciembre de 1926, fallecido en New Haven el 1 de octubre de 2013, y quien fue un brillante sociólogo y maestro español de ciencia política por la Universidad de Yale. Uno de sus libros más conocidos se titula “La quiebra de las democracias”, publicado en 1978.
Los tres personajes aludidos son autoridades para cuestionar, por ejemplo, el debilitamiento de las democracias en cualquier parte del orbe y el advenimiento de caudillos mesiánicos, muy carismáticos, promotores del populismo.
La conclusión no es difícil de describir mediante un apretado resumen sobre los escritos de los personajes ya citados: las democracias mueren a través de las elecciones, cuando los nuevos gobiernos atacan a los árbitros, compran a los actores neutrales, y alteran las reglas electorales.
Entremos, pues, a los cuatro indicadores clave sobre el comportamiento autoritario. Ustedes, gentiles lectores, sacarán sus propias conclusiones y verificarán si existen similitudes con el estilo del gobierno mexicano.
1.- Rechaza, ya sea de palabra o acción, las reglas democráticas del juego: sugiere una constitución moral superior, deslegitima elecciones legítimas, reforma la Constitución para consolidar el poder personal o partidario. Al parecer, en el plan sexenal 2024-2030 se contempla, mediante una mayoría calificada en el Congreso de la Unión, el diseño de una nueva Constitución.
2.- Niega legitimidad de sus oponentes descritos como enemigos.
3.- Tolera la violencia, alienta el linchamiento de adversarios, aun verbal.
4.- Expresa intolerancia ante críticas y predisposición a utilizar poder (incluyendo monopolio tributario) para castigar o restringir libertades de opositores, incluidos de medios de comunicación. En dicho plan sexenal se propone la revisión exhaustiva de las concesiones de radio y televisión, con la eventual cancelación a determinados medios.
Una característica de los gobernantes autoritarios es su discurso dirigido al estado emocional de los ciudadanos. Siempre se proyectan como víctimas de grupos o élites que han tenido “secuestrada a la democracia”. Han prometido, vez tras vez, sepultar a esas élites y reintegrar el poder “al pueblo”. Pero, que nadie se diga engañado. Cuando estos líderes populistas ganaron las elecciones, asaltaron las instituciones democráticas, debilitándolas y finalmente extinguiéndolas. Cualquier parecido con la situación nacional de México no es simple coincidencia, sino la terrorífica realidad.