¿BARRANCAS O CLOACAS?
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Jueves 16 de mayo de 2024
Las barrancas de Cuernavaca y municipios aledaños han sido durante lustros el objeto de muchas investigaciones enfocadas a prevenir y evitar la contaminación. Pero todas han resultado un fracaso, pues esos puntos son actualmente cloacas o vertederos de aguas negras y cualquier cantidad de basura. Pronto, en la siguiente temporada de lluvias, volveremos a ver las consecuencias de ello.
La contaminación sigue ahí, destruyendo todo a su paso, no obstante que las barrancas representan un gran porcentaje de vida para las actuales y futuras generaciones.
Más allá de los discursos oficiales autocomplacientes y programas demagógicos implementados por partidos políticos en tiempos electorales, existe una intensa modificación del ambiente motivada por el hombre y se ha creado en consecuencia un entorno artificial que lo deteriora cuando se vierten en los cauces de las barrancas descargas de aguas residuales, desechos sólidos, plaguicidas y otros productos químicos.
Dentro del área urbana de Cuernavaca existen más de 38 barrancas principales con un promedio de 8 a 15 kilómetros de longitud cada una y un promedio de 20 a 25 barranquillas por unidad. “En Cuernavaca se tiene registro de aproximadamente 290 barrancas que atraviesan el municipio, de las cuales el 40 por ciento presenta problemas de contaminación. Sin embargo, el resto aún conserva condiciones ambientales adecuadas para la preservación de especies endémicas”, informó el director de Desarrollo Sustentable de Cuernavaca, Alfredo Rodríguez San Ciprian.
Desgraciadamente, las barrancas en general son usadas como drenajes por la comunidad asentadas en las laderas y en las cercanías de los márgenes de las mismas. Y en forma extrema se utilizan como tiraderos de desechos al aire libre. Así, en muchas de ellas se pueden identificar cloacas anaerobias de alto peligro para la salud pública que, en temporadas de estiaje, como la actual, contienen una gran cantidad de coliformes, es decir organismos contaminados que acarrean serios problemas a la salud pública.
De acuerdo a las normas oficiales mexicanas las aguas residuales que van a dar a cauces de agua son de composición variada, provenientes de las descargas de usos municipales, industriales, comerciales, de servicios, agrícolas, pecuarios, domésticos, incluyendo fraccionamientos y en general de cualquier otro uso, así como la mezcla de ellas.
A inicios de la década del 2000 existían 46 descargas directas de aguas residuales municipales a los cauces mencionados y 88 descargas indirectas, también municipales y/o clandestinas, a través de barrancas, arroyos y canales, muchos de ellos afluentes directos del río Apatlaco, el más contaminado de Morelos.
Todos, absolutamente todos los afluentes, fueron atrapados por la contaminación. Son vertederos de todo tipo de desechos. ¿Y los miles de millones de pesos empleados para el rescate ecológico de las respectivas regiones? ¡Bien, gracias!