CONFIANZA Y NO MAYOR POLARIZACIÓN
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Lunes 25 de marzo de 2024
Muchas veces me he referido en esta columna al libro que, traducido directamente del inglés al español, se titula “Las virtudes sociales y la creación de la prosperidad” (The social virtues and the creation of prosperity), pero las editoras en los países hispanoamericanos decidieron titularlo “Confianza” (Ediciones B, Barcelona, 1998). Me refiero a una excelente obra de Francis Fukuyama, científico social senior de la Rand Corporation y autor de otros textos cuya base es el concepto de la prosperidad teniendo como referente el capital financiero y el capital social. Uno de ellos es “El fin de la historia y el último hombre”, que en 1993 provocó intensos debates sobre el destino de las ideologías.
La actual coyuntura socio-política de México y Morelos, derivada del proceso electoral cuya parte más álgida se desarrollará el domingo 2 de junio de 2024, está marcada por la polarización social. Por todos lados, a lo largo y ancho del país, prevalece un clima de gran incertidumbre, desconfianza entre compatriotas y creciente clasismo.
Gane quien gane la gubernatura de Morelos (ni hablar de la presidencia de la República) necesitará de sus buenos oficios para iniciar una profunda operación de reconciliación, porque de lo contrario, si la ganadora llega al poder con la espada de Damocles desenvainada, más pronto de lo que ella y su círculo rojo de colaboradores suponen, se enfrentarán a escenarios graves de ingobernabilidad.
Desde hoy podemos construir los escenarios probables en base al clima de odio que, desde el Palacio Nacional, propició la polarización y el roce frecuente entre hermanos. Ya se observan en el horizonte las consecuencias del conflicto político. Al respecto, Francis Fukuyama afirma que la única posibilidad de crear un nuevo ordenamiento económico, político y social se sustenta en la reconstrucción de ese valor -la confianza- entre todos los sectores de la comunidad.
Las evidencias de lo que ha ocurrido en Morelos nos motivan a construir escenarios futuros aplicando todas las variables posibles. Los elementos de la confianza deberían ser considerados como razón de estado por la nueva gobernadora si desea consolidar su administración durante los dos primeros años del próximo régimen.
En más respecto al concepto de la confianza, Fukuyama escribe que “el capital social es como un trinquete que se mueve con más facilidad en una dirección que otra; las acciones de los gobiernos pueden derrocharlo enseguida, mientras que reconstruirlo resulta mucho más difícil. Ahora que la incertidumbre sobre la ideología y las instituciones está resuelta, la preservación y acumulación del capital social ocupará el primer plano”. Los actores se apoyan entre sí en caso de creer que forman parte de una comunidad basada en la confianza mutua, que nos lleva al concepto de “capital social”. Más claro: es la capacidad que posee la gente de trabajar juntos para lograr propósitos comunes en grupos y organizaciones.
Sin embargo, ¿cuál es la realidad que experimenta Morelos? Sin lugar a dudas, un delicado proceso de polarización social y política, donde prevalece la desconfianza entre unos y otros.
El futuro desarrollo de Morelos dependerá de un nuevo liderazgo basado en principios, condición necesaria para el resurgimiento de la confianza; para la generación de un mercado internamente competitivo; para que sean creíbles los procesos de integración de la sociedad local; para que los pobres accedan sin discriminaciones a las actividades productivas; para que se multiplique el tejido de pequeñas y medianas empresas insertadas en una feroz economía global; para que se desarrolle un modelo educativo coherente con una economía productiva. En suma: para que se supere la actual confusión y se recupere el respeto a nuestro vapuleado estado.