CRUZ AZUL FEMENIL: UN GOLAZO PARA LA RECONSTRUCCIÓN DE MORELOS

CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Martes 16 de diciembre de 2025
En un momento en que Morelos busca dejar atrás las sombras de la inseguridad que marcaron el sexenio anterior, la llegada del Cruz Azul femenil al Estadio Centenario de Cuernavaca representa un auténtico golazo. Anunciado durante la mañana por la gobernadora Margarita González Saravia, este movimiento no es solo un hito deportivo; es una jugada estratégica para contribuir a la reparación del tejido social dañado y proyectar una imagen renovada de la entidad en el escenario nacional.
Recordemos el contexto: durante la administración pasada, Morelos fue sinónimo de violencia, con índices de inseguridad que lo colocaron en los titulares por razones equivocadas. Homicidios, extorsiones y la presencia de grupos delictivos erosionaron no solo la confianza de los morelenses, sino también la percepción externa del estado como un lugar viable para inversiones, turismo y, por supuesto, eventos deportivos de alto nivel. Esta herencia ha sido un lastre, pero iniciativas como esta demuestran que la actual gobernatura está apostando por la reconstrucción desde ángulos inesperados y positivos.
El fichaje del Cruz Azul femenil, que debutará en casa el 11 de enero de 2026 ante Guadalajara, trasciende lo meramente futbolístico. Como bien resaltó la gobernadora, este proyecto fomenta la práctica deportiva entre niñas, niños y jóvenes, ofreciendo referentes profesionales y oportunidades de desarrollo. En un estado donde la juventud ha sido particularmente vulnerable a los ciclos de violencia, el deporte emerge como una herramienta poderosa para construir comunidades de paz y bienestar. Imaginen a miles de morelenses, especialmente las nuevas generaciones, llenando las gradas del Centenario: no solo apoyando a un equipo, sino reconectándose con un sentido de orgullo colectivo.
Además, el énfasis en el empoderamiento femenino no podría ser más oportuno. González Saravia lo enmarcó perfectamente: “Es tiempo de mujeres”, alineándose con hitos nacionales como la primera presidenta de México y su propia elección como la primera gobernadora de Morelos. Traer un equipo de primera división femenil eleva el perfil del estado en la Liga MX Femenil e inspira a las morelenses a soñar grande, rompiendo estereotipos y abriendo puertas en un deporte tradicionalmente dominado por hombres.
Los directivos de Cruz Azul, como Víctor Manuel Velázquez Rangel y María Fernanda Pons Arroyo, han mostrado entusiasmo por esta alianza, prometiendo no solo victorias en la cancha, sino también programas de formación y detección de talentos locales. Esto podría traducirse en un ecosistema deportivo sostenible, atrayendo patrocinios, turismo deportivo y, eventualmente, inversión económica que impulse la recuperación del estado.
Por supuesto, no todo se resuelve con un balón. La inseguridad persiste como un desafío, y esta iniciativa debe complementarse con políticas integrales en educación, empleo y seguridad pública. Sin embargo, simbólicamente, es un paso adelante: Morelos pasa de ser noticia por sus problemas a ser sede de celebraciones deportivas. Es una oportunidad para que la afición celeste —y la morelense en general— se una en las tribunas, dejando atrás divisiones y enfocándose en lo que une: la pasión por el deporte.
En resumen, la llegada de Cruz Azul femenil es más que un cambio de sede; es un catalizador para sanar heridas pasadas y construir un futuro más luminoso. Morelos merece esta victoria, y ojalá sea la primera de muchas.
