El acoso escolar en Morelos: un reflejo de la normalización de la violencia
LA CRÓNICA DE MORELOS. Martes 29 de abril de 2025.
Por Guillermo Cinta Flores
En México, el acoso escolar es una problemática alarmante que afecta a una proporción significativa de estudiantes. Según la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2022 del INEGI, el 28% de los estudiantes de 12 a 17 años, equivalente a 3.3 millones de adolescentes, reportaron haber sido víctimas de acoso escolar en el último año.
En Morelos, esta realidad no es ajena, y casos recientes, como el fallecimiento de un niño de 13 años en Cuautla, han conmocionado a la comunidad, evidenciando cómo la violencia escolar puede ser tolerada o incluso promovida por la inacción de las instituciones educativas. Las formas más comunes de acoso incluyen burlas, apodos ofensivos, agresiones físicas y exclusión social, lo que impacta gravemente la salud mental y emocional de las víctimas, llevándolas en casos extremos a la depresión o incluso al suicidio.
La normalización de la violencia en la sociedad mexicana agrava esta situación. Reyna Monjaraz, directora general de Fundación en Movimiento, ha señalado que vivimos en un contexto donde las agresiones se han vuelto cotidianas en diversos ámbitos, incluyendo las escuelas. En Morelos, esta cultura de violencia se refleja en la falta de protocolos efectivos para prevenir el acoso y en la escasa capacitación de docentes y directivos para identificar y abordar estos casos. La Fundación en Movimiento, que trabaja para erradicar el bullying en México, destaca la importancia de fomentar una convivencia sana desde las aulas, pero la falta de recursos y la indiferencia institucional dificultan estos esfuerzos. La consecuencia es un entorno escolar donde las víctimas se sienten desprotegidas y los agresores, impunes.
A esta problemática se suma una amenaza aún más inquietante: el reclutamiento de menores por parte del crimen organizado. En 18 estados, incluyendo Morelos, grupos delictivos utilizan videojuegos en línea como herramienta para captar a adolescentes vulnerables. Estos menores, muchos de los cuales enfrentan entornos escolares hostiles o carecen de apoyo emocional, se convierten en presas fáciles para organizaciones criminales que les ofrecen un sentido de pertenencia o recompensas económicas. Este fenómeno no solo pone en riesgo la seguridad de los jóvenes, sino que también agrava la crisis de violencia en el estado, donde el crimen organizado permea cada vez más los espacios cotidianos. La combinación de acoso escolar y la influencia del crimen organizado crea un círculo vicioso que amenaza el futuro de la juventud morelense.
Combatir el acoso escolar en Morelos requiere un enfoque integral que aborde tanto la normalización de la violencia como las vulnerabilidades que aprovecha el crimen organizado. Es fundamental implementar programas de prevención en las escuelas, con talleres para estudiantes, capacitación para docentes y acompañamiento psicológico para víctimas y agresores. Además, las autoridades deben fortalecer la regulación de plataformas digitales para frenar el reclutamiento de menores a través de videojuegos. La sociedad en su conjunto, desde padres hasta instituciones, debe asumir la responsabilidad de romper con los patrones de violencia y construir entornos seguros donde los adolescentes puedan desarrollarse sin miedo. Solo así se podrá transformar la realidad de Morelos y garantizar un futuro digno para sus jóvenes.