EL AÑO 2025: ¿INCIERTO PARA LOS MEXICANOS?
ANÁLISIS
Por Guillermo Cinta Flores
Martes 31 de diciembre de 2024
El futuro para los mexicanos en 2025 se perfila como incierto debido a una amalgama de factores internos y externos. La persistente inseguridad y el aumento de la violencia vinculada al crimen organizado siguen siendo preocupaciones fundamentales, mientras que la economía enfrenta desafíos de crecimiento moderado y la posibilidad de tensiones comerciales con Estados Unidos. Las recientes reformas en el ámbito judicial y la disminución de la autonomía de organismos gubernamentales añaden dudas sobre la estabilidad democrática y el estado de derecho, impactando potencialmente la atracción de inversiones. Además, los efectos del cambio climático, con desastres naturales más frecuentes, exigen respuestas contundentes que podrían verse limitadas por la situación fiscal y económica del país, sumado a la incertidumbre en la política migratoria de sus vecinos del norte. Desglosemos.
Uno de los principales potenciales conflictos es la inseguridad, que sigue siendo una de las mayores preocupaciones para los ciudadanos. El país ha visto un aumento en los niveles de violencia, especialmente vinculados al crimen organizado, lo que ha llevado a un incremento en los homicidios dolosos, secuestros y extorsión. La continuidad de esta problemática no solo afecta la percepción de seguridad, sino también la capacidad de desarrollo económico y social en diversas regiones del país.
Otro factor crucial es la situación económica, que se encuentra en un estado de desaceleración. Las previsiones de crecimiento para 2024 han sido revisadas a la baja por diversas instituciones, lo que sugiere un menor dinamismo en la actividad económica. La incertidumbre económica se ve exacerbada por factores externos como la relación comercial con Estados Unidos, especialmente con la posibilidad de un nuevo gobierno que pueda imponer aranceles o revisar acuerdos comerciales como el T-MEC. Internamente, los desafíos incluyen la estabilidad fiscal y la gestión de la deuda pública, que podría limitar las inversiones y el gasto público en sectores clave.
La reforma judicial y los cambios en la estructura de los poderes autónomos también generan un escenario de incertidumbre. La reciente aprobación de reformas que impactan la independencia del poder judicial y la eliminación de organismos autónomos crea dudas sobre la gobernanza y el estado de derecho en México. Estas transformaciones afectarán la confianza de los inversionistas y la percepción internacional sobre la estabilidad democrática del país, lo que, a su vez, impactará en la atracción de inversión extranjera directa y en la capacidad de crecimiento económico.
Asimismo, los efectos del cambio climático y los desastres naturales representan un conflicto potencial significativo. México ha experimentado fenómenos meteorológicos extremos que han causado daños considerables en infraestructura y pérdidas económicas. La preparación y respuesta ante estos eventos, junto con la adaptación a un clima cambiante, requieren de políticas robustas y recursos que, en un contexto de incertidumbre económica, se vuelven más difíciles de gestionar. Además, la relación con Estados Unidos, especialmente en cuanto a la política migratoria, añade otra capa de complejidad a la situación interna mexicana.
Estaremos atentos a los acontecimientos y después diremos.