EL BUEN CORAZÓN DE TRUMP
PERSPECTIVA
Por Marcos Pineda Godoy
Jueves 10 de abril de 2025
Como todo populista, aunque en su caso de derechas, Donald Trump es un cúmulo de contradicciones. Victimista y rencoroso. Si algo sale mal, la culpa la tienen sus antecesores o sus adversarios mienten. Pero él siempre tiene la razón, no importa lo lejos que en realidad esté de su lado.
Dio marcha atrás, por lo pronto de forma temporal, en la imposición de los elevados aranceles recíprocos contra decenas de países, luego de tres jornadas consecutivas de un pronunciado nerviosismo en los mercados internacionales y la caída de los indicadores bursátiles alrededor del mundo.
Y como buen populista -de los mejores, pues-, la decisión que aparece como haber reculado, él la presentó como un logro de su política comercial internacional, al haberse entablado pláticas con los representantes de las naciones afectadas, quienes solicitan diálogo para alcanzar acuerdos y que, al mismo tiempo, no han tomado represalias.
Con su característica soberbia y la desfachatez de su habitual discurso, también propio de los populistas, afirmó, incluso, que gobernantes de muchos países quieren besarle el trasero con tal de no enfrentarlo, porque saben que saldrían perdiendo.
Con excepción del gigante asiático, China, que ha manifestado una absoluta negativa a someterse a los designios de Trump, las demás naciones tendrán un respiro de noventa días, que podría volverse permanente, si con los acuerdos se ajustan a la nueva realidad económica, basada en el proteccionismo y el patriotismo exacerbado del mandatario estadounidense.
Para México la situación sigue igual. Un 25% de tarifa arancelaria para la industria automotriz, el aluminio y el acero, quedando a salvo los demás productos incluidos en el T-MEC. Los análisis de estas industrias ya reportan las primeras afectaciones, principalmente en materia de inversión y empleo.
Lo más curioso de todo, como otro rasgo del populismo, es que haya expuesto ante los medios que las decisiones que ha tomado provienen de su corazón. Del, ajá, buen corazón de Donald Trump.
Y PARA INICIADOS:
Con la nota aclaratoria del Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU, Gerardo Fernández Noroña y los seguidores a ciegas de la 4T quedaron en ridículo. Patalear en el piso y exigir sanciones contra el presidente del Comité no sirvió de nada, más que para evidenciar su desconocimiento de los compromisos internacionales firmados por México, su ignorancia sobre las formas en que los grupos de expertos independientes toman decisiones y las respaldan en forma colegiada. Y la negativa, esa sí sin ningún fundamento, a permitir que se lleven a cabo las investigaciones. No extraña que Noroña haga el ridículo, sólo que ahora lo hizo a nivel internacional. Ahí la lleva el autoproclamado senador plebeyo.
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