El Caso Ariadna y la aprehensión del Fiscal de Morelos se cuelan en la sucesión presidencial
Por Georgina Zerega*
El escenario político mexicano ha entrado de lleno en la fase electoral. Cada movimiento se mide como si de una pieza de ajedrez se tratara.
En medio de unos agitados días de campaña, el golpe al fiscal de Morelos de este viernes entró como un manotazo al tablero.
A raíz del feminicidio en octubre del año pasado de la joven Ariadna Fernanda López, Uriel Carmona se constituyó como el principal enemigo público de la entonces jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. La hoy aspirante a la candidatura presidencial por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) le acusó frente a todas las cámaras de haber encubierto el asesinato y activó a la Fiscalía para que llevara el caso hasta las últimas consecuencias. Sus órdenes se han vuelto realidad varios meses después, cuando ya ha dejado el cargo y se encuentra sumergida en la campaña para convertirse en la primera mujer presidenta de México. “La Fiscalía de Ciudad de México vuelve a dar un ejemplo de cero impunidad en delitos contra las mujeres”, ha dicho este viernes Sheinbaum, agarrada a la bandera de la lucha contra la violencia de género.
El caso fue, para algunos, una bandera política desde el inicio. Ariadna Fernanda López desapareció la noche del 30 de octubre, después de ir a tomar algo con unos amigos al restaurante Fisher’s de la colonia Condesa, en la capital mexicana. La joven de 27 años dejó el sitio y se trasladó al departamento de una pareja amiga, de donde ya no salió con vida. Su cuerpo fue hallado en las cercanías de Tepoztlán, en Morelos, varios días después. Lo que ha pasado puertas adentro de la vivienda ha sido material de disputa entre las dos fiscalías. Morelos aseguró en un primer momento que la muchacha había muerto de una broncoaspiración, cuando una persona se asfixia con su propio vómito. Dos días después, la Fiscalía capitalina contradijo esa versión, aseguró que la joven había sido asesinada y la causa de muerte era un trauma múltiple.
La guerra política se desató y los dos personajes, Sheinbaum y Carmona, se adentraron en un enfrentamiento que empujó la muerte de la joven a un segundo plano. La jefa de Gobierno tomó el asunto casi como si se tratara de algo personal. Pese a que la Fiscalía en papeles es autónoma, Sheinbaum montó una rueda de prensa para acusar a Morelos de encubrir el crimen y sugerir que el fiscal tenía vínculos con el presunto feminicida, algo que hasta ahora no han podido comprobar. “¿Cómo puede ser que haya un fiscal que encubra deliberadamente?”, dijo en una conferencia en la que cargó con toda su fuerza contra Carmona. Este rechazó las acusaciones y aseguró que mantenían abiertas todas las líneas de investigación.
Aquella primera conferencia de prensa que dio la Fiscalía de Morelos tras el hallazgo del cadáver fue la raíz de todas las acusaciones contra Carmona. Y es una de las principales pruebas que sostienen hoy las autoridades capitalinas contra él. La polémica se desató porque familia y amigos de la joven acusaron al fiscal de revictimizar a Ariadna, por hacer comentarios sobre el porcentaje de alcohol en sangre que tenía, o decir que la necropsia no era coincidente con las causas de feminicidio porque no presentaba signos de violencia a pesar de que el cuerpo tenía lesiones y moretones.
El descontento hacia aquella polémica rueda de prensa sirvió de terreno fértil para el actuar del Gobierno de Ciudad de México. Sheinbaum capitalizó la disputa para ganar simpatías entre los sectores feministas, con quienes había mantenido una tensa relación. “Yo me enteré por los medios de comunicación de lo que estaba ocurriendo, no tenía conocimiento. Escuché ahora la declaración del vocero de la Fiscalía y me parece que están haciendo justicia. Que nunca más nadie que se dedica a la procuración de justicia esconda a un feminicida”, ha asegurado este viernes la aspirante a la candidatura presidencial a la salida de un mitin. “No es un asunto político, es un asunto de justicia”, ha comentado con rostro de satisfacción.
Sin embargo, los términos en los que se dio la detención, con decenas de agentes de la Marina armados a las puertas de la casa del fiscal, abren la puerta a las especulaciones sobre cuánto ha pesado el factor político. Carmona, que tiene fuero constitucional por el cargo que ocupa, fue arrestado por su probable participación en el delito contra la procuración y administración de justicia, según ha señalado la Fiscalía capitalina este viernes. Fue trasladado de Morelos al reclusorio en Ciudad de México en un helicóptero de las fuerzas armadas mexicanas.
Más allá de la disputa política, por el caso están detenidas dos personas, Rautel y Vanessa, la pareja que estaba en el departamento con Ariadna Fernanda cuando murió. Vinculados a proceso por un juez, los dos enfrentan un juicio por el delito de feminicidio. Además, al hombre le podrían sumar años de prisión por haber intentado esconder el cuerpo de la víctima a un lado de la carretera, como quedó registrado en algunas grabaciones.
La detención de un personaje de semejante calibre, como lo es un fiscal general estatal, irremediablemente irrumpió en la carrera electoral. Este viernes casi no se habló de las corcholatas, ni de Xóchitl Gálvez, ni de la oposición. Solo se habló del fiscal de Morelos y el caso de Ariadna. En medio de una campaña hecha bajo el lema de “es tiempo de mujeres”, Sheinbaum se anotó una victoria con la detención. La aspirante presidencial, que ha sacado pecho incontables veces con la supuesta reducción de feminicidios y el aumento de vinculaciones a proceso por este delito durante su Administración, se queda con el crédito en un caso que sacudió a todo México por su brutalidad. La Fiscalía capitalina será la encargada ahora de probar esas acusaciones ante los tribunales.
* Georgina Zerega, El País 4 de agosto de 2023
Link con reportaje original:
https://elpais.com/mexico/2023-08-05/la-detencion-del-fiscal-de-morelos-y-el-caso-ariadna-se-cuelan-en-la-carrera-presidencial.html