EL CONTROL DE AMLO
PERSPECTIVA
Por Marcos Pineda
Lunes 17 de julio de 2023
En una caricatura que ha gozado de amplia difusión en los periodos electorales se ve a un lobo, cubierto con una piel de oveja, haciendo campaña frente a un nutrido rebaño. Reflejan en sus rostros aceptación y aplauden, mientras el lobo asoma su nariz puntiaguda y sus afilados colmillos. Los tiempos para recordar este emblemático cartón se han adelantado.
Al revisar lo acontecido hasta la fecha, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, tras hacer sus cálculos electorales, ha ido conduciendo todo el proceso. Comenzó por fijar los plazos, independientemente de lo que marcan las leyes. Impuso sus propios tiempos para la selección de los candidatos a los puestos de elección popular que estarán en disputa en el 2024.
A la vez, López Obrador estableció las reglas a las que tendrían que sujetarse quienes aspiraran a sucederlo en la silla presidencial por su partido político, Morena. Y no sólo eso, también definió la lista de los participantes. Cinco hombres y una mujer. Cuatro por Morena y un espacio para cada uno de sus partidos aliados, el PT y el Verde.
Y así, tal cual, fueron aceptadas, en calidad de sugerencias, pero sin ningún cambio y ni de asomo algún tipo de diálogo o discusión. Lo más que han tenido que ajustar es el discurso para no ser objeto de sanciones severas por parte de las autoridades electorales, como no presentar el proceso de designación del candidato o la candidata presidencial de esa forma, sino simulando que se elige a un coordinador nacional para la defensa de la cuarta transformación.
A los aspirantes a otros cargos de elección popular, como las gubernaturas, los mandó a esperar a que se defina primero la candidatura presidencial, pero sin poner límites a su promoción personal rumbo al proceso que comenzará al día siguiente del seis de septiembre. Otra vez, al margen de las disposiciones legales en materia electoral para precampañas y campañas.
La estrategia de Andrés Manuel va funcionando tan bien que hasta va dirigiendo desde la mañanera los tiempos y los nombres para la selección de quien encabece la candidatura por parte del Frente Amplio por México, es decir, el bloque opositor, pues los ha orillado a tomar medidas para no rezagarse y adoptar también medidas similares a las del grupo gobiernista.
Quien dude que todo lo está controlando en Morena el presidente y que no ha manipulado a sus opositores, creyendo que el pueblo, a quien dice que escucha, y Morena, en tanto partido político, son quienes han tomado y tomarán las decisiones, simplemente está equivocado. En cada momento, a cada paso, López Obrador demuestra a propios y extraños que no está dispuesto a ceder ni un poco de poder y control.
Si se piensa que en ello hay cambios con respecto a la forma de funcionamiento del sistema político mexicano, también se equivoca. Así funcionaba en la época hegemónica del PRI. Siendo objetivos, la única diferencia es la radicalización del discurso de AMLO, pero todo lo demás es igual e incluso hasta más vertical.
Todo lo anterior nos da pie para pensar, sin necesidad de mayores análisis, que el proceso para la selección de candidatas y candidatos a los gobiernos estatales también estará dirigido y controlado por el presidente. De esta manera, todo lo que hagan para subir puntos, ya sean reales o en encuestas a modo, de nada les va a servir cuando el presidente tome la decisión final.
Y para iniciados
Este fin de semana hubo dos actos políticos que debieran haber sido relevantes, pero no lo fueron. Por un lado, el PRD tomó protesta a sus líderes de base, sin que pudieran llenar siquiera un pequeño parque como el San Juan, en el centro de Cuernavaca. Vaya impresión que se debe haber llevado Jesús Zambrano, el líder nacional del sol azteca, con tan magno evento. Por otro lado, se llevó a cabo un homenaje a Antonio Riva Palacio López, el último de los grandes gobernadores priistas. No fue como debió haber sido. Riva Palacio merecía mucho más que esa pequeña conmemoración. A diferencia de muchos de los priistas de hoy, Riva Palacio no solamente escuchaba a quienes, sin pertenecer a su partido, le hablábamos con franqueza, sino tomaba en cuenta y actuaba en consecuencia. Ambos institutos, PRD y PRI, tienen mucho que ajustar en sus estrategias si quieren llegar al veinticuatro como opciones competitivas que, hoy por hoy, no lo son.
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