EL DESABASTO DE MEDICAMENTOS EN MÉXICO: UN DESAFÍO PERSISTENTE PARA SHEINBAUM
OPINIÓN
Por Guillermo Cinta Flores
Lunes 09 de junio de 2025
El desabasto de medicamentos en el sector público de salud en México sigue siendo un problema crítico que ha generado protestas recurrentes, incluso frente a la presidenta Claudia Sheinbaum. Este fin de semana, personal médico del Hospital Regional de Alta Especialidad en Ixtapaluca, Estado de México, alzó la voz durante una visita de la mandataria, exigiendo no solo medicamentos, sino también mejoras salariales y condiciones laborales. Estas manifestaciones reflejan la frustración de un sector que enfrenta carencias estructurales, con un nivel de desabasto que, según el subsecretario de Salud, Eduardo Clark, alcanza hasta el 35 por ciento en el programa IMSS-Bienestar, afectando especialmente a los más vulnerables.
Sheinbaum ha respondido a estas protestas atribuyendo el desabasto a irregularidades en Birmex, la entidad encargada de la compra y distribución de medicamentos. En abril de 2025, se cancelaron contratos para 3,900 claves de medicamentos debido a sospechas de corrupción en la licitación pública, lo que retrasó la distribución y agravó la crisis. La presidenta ha prometido resolver el problema mediante un nuevo modelo de compra consolidada para 2025-2026, con una inversión de 130 mil millones de pesos para 4,454 claves de medicamentos. Sin embargo, la suspensión del 34 por ciento de las claves por irregularidades extendió los plazos hasta mayo, incumpliendo la meta inicial de normalización en marzo. Junio se perfila hacia su culminación y la situación no tiene para cuándo resolverse.
El caso de los medicamentos oncológicos, como el Filgastrim, vital para pacientes con leucemia, ilustra la gravedad del problema. Este fármaco, de alto costo en farmacias privadas, es prácticamente inaccesible para quienes dependen del sistema público. Las protestas de familiares de pacientes oncológicos, como las registradas en 2022 en Ciudad de México, persisten en 2025, evidenciando que las promesas de abasto total no se han materializado. Sheinbaum ha insistido en que los medicamentos serán gratuitos, incluyendo tratamientos complejos, pero las quejas en redes sociales y las manifestaciones señalan que los hospitales siguen sin contar con los insumos necesarios.
El gobierno de Sheinbaum enfrenta un “monstruo de tres cabezas” en la gestión de medicamentos: la Secretaría de Salud organiza, Birmex licita y el IMSS paga, lo que genera una comunicación ineficiente. La mandataria ha impulsado medidas como la digitalización de compras y la atracción de inversión farmacéutica extranjera para producir medicamentos en México, pero estas iniciativas aún no han rendido frutos tangibles. La cancelación de contratos y los retrasos han llevado a un gasto de bolsillo del 42 por ciento en medicamentos, duplicando lo recomendado por organismos internacionales, lo que agrava la carga económica para las familias.
Conforme avanza 2025, el escenario se complica. Las protestas del sector salud no solo reflejan la falta de medicamentos, sino también un sistema fragmentado y con problemas estructurales heredados. Aunque Sheinbaum ha prometido resolver el desabasto en los primeros meses del año, las metas se han pospuesto repetidamente, y la confianza de la población se erosiona. La implementación de las Farmacias para el Bienestar y el fortalecimiento de Birmex son apuestas a largo plazo, pero mientras tanto, pacientes y trabajadores de la salud siguen enfrentando una realidad de carencias. La solución requiere no solo recursos, sino una coordinación efectiva que, hasta ahora, parece lejana.