EL DESAFUERO DE CUAUHTÉMOC BLANCO: UN PUNTO DE INFLEXIÓN
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Lunes 24 de marzo de 2025
Este fin de semana, la situación de Cuauhtémoc Blanco, exgobernador de Morelos y actual diputado federal por Morena, alcanzó un momento crítico. La Fiscalía de Morelos solicitó su desafuero en febrero pasado para enjuiciarlo penalmente por una denuncia de violación en grado de tentativa presentada por su media hermana, Nidia Fabiola Blanco, quien alega que el ataque ocurrió en diciembre de 2023 en la residencia oficial del entonces gobernador. Aunque la Sección Instructora de la Cámara de Diputados inicialmente desechó la solicitud por supuestas deficiencias técnicas, la presión de 251 diputadas federales de diversos partidos, decididas a votar a favor del desafuero, podría cambiar el rumbo de este caso y marcar un precedente en la lucha contra la impunidad.
El proceso ha estado plagado de tensiones políticas y cuestionamientos éticos. Legisladoras como Anaís Burgos y María Teresa Ealy, de la Comisión de Igualdad de Género, han liderado el llamado a no permitir que el fuero se convierta en un escudo para evadir responsabilidades, especialmente en casos de violencia contra mujeres. La votación en el pleno, donde las 251 diputadas representan una fuerza mayoritaria, podría superar las resistencias internas de Morena y sus aliados, quienes hasta ahora han maniobrado para proteger a Blanco. Este giro refleja una creciente conciencia sobre la necesidad de priorizar la justicia de género por encima de lealtades partidistas.
Si las diputadas logran imponerse, Blanco perdería su inmunidad parlamentaria, permitiendo que la Fiscalía de Morelos lo someta a un proceso penal. Este desenlace no solo pondría a prueba la consistencia del discurso de Morena y de la presidenta Claudia Sheinbaum, quienes han hecho de la defensa de las mujeres un estandarte, sino que también enviaría un mensaje contundente sobre la rendición de cuentas en un país donde la impunidad sigue siendo la norma. Sin embargo, el exfutbolista aún tiene 30 días para presentar pruebas en su defensa, un periodo que promete intensificar el escrutinio público y las divisiones dentro del oficialismo.
Más allá del caso individual, el destino de Cuauhtémoc Blanco simboliza un choque entre el viejo pragmatismo político y las demandas de una sociedad que exige coherencia. Las acusaciones contra él, que incluyen otro tipo de señalamientos, han erosionado su figura de ídolo deportivo convertido en político. Si el desafuero se concreta, será un triunfo para las legisladoras y las víctimas que han alzado la voz, pero también un recordatorio de los retos pendientes para que la “Cuarta Transformación” cumpla sus promesas de justicia y equidad.