El fantasma de la extradición a EUA flota sobre Rafael Caro Quintero
LA CRÓNICA DE MORELOS. Jueves 27 de febrero de 2025.
La posible extradición de Rafael Caro Quintero a Estados Unidos representa un giro significativo en la relación entre México y su vecino del norte.
Acusado por la DEA del secuestro, tortura y asesinato del agente Enrique “Kiki” Camarena en 1985, Caro Quintero ha sido un fugitivo emblemático durante más de tres décadas. Su captura en 2022 y el avance hacia su entrega reflejan la presión constante de Washington y el interés mexicano por mostrar compromiso en la lucha contra el narcotráfico, especialmente ante la administración de Donald Trump, quien ha insistido en medidas más duras contra el crimen organizado.
Este movimiento no solo tiene implicaciones legales, sino también políticas. Caro Quintero, fundador del Cártel de Guadalajara, es una figura icónica de la era dorada del narco mexicano, y su extradición podría interpretarse como una señal de fortaleza del gobierno mexicano hacia Estados Unidos.
Sin embargo, también genera tensiones internas: entregar a un capo de su calibre podría desatar reacciones entre grupos criminales que aún lo consideran una leyenda. La cooperación bilateral en este caso podría ser un intento de apaciguar las críticas de la DEA, que durante años ha cuestionado la voluntad de México para enfrentar a los grandes narcotraficantes.
Aun así, el impacto real en el panorama del crimen organizado sigue siendo incierto. Aunque la extradición de Caro Quintero satisfaría una demanda histórica de Estados Unidos, el narcotráfico ha evolucionado desde los días del Cártel de Guadalajara.
Hoy, grupos como el Cártel de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación dominan el mercado, y la ausencia de una figura como Caro Quintero podría ser más simbólica que práctica.
Lo que está claro es que este caso reaviva el debate sobre la efectividad de las extradiciones en la guerra contra las drogas y el delicado equilibrio de poder entre México y Estados Unidos.