EL FLAGELO DEL TRABAJO INFANTIL EN MÉXICO: UNA DEUDA PENDIENTE
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Jueves 12 de junio de 2025
Hoy, 12 de junio de 2025, conmemoramos el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, fecha que nos obliga a reflexionar sobre una realidad dolorosa: ningún estado de México está exento de esta forma de explotación. Según datos recientes, más de 3.2 millones de niñas y niños mexicanos trabajan, muchos en condiciones precarias que vulneran sus derechos fundamentales. Desde los campos agrícolas hasta los mercados urbanos, el trabajo infantil persiste como una herida abierta en nuestra sociedad, perpetuada por la pobreza, la desigualdad y la falta de acceso a la educación. Este día no es solo una conmemoración, sino un llamado urgente a la acción para erradicar esta práctica que roba la infancia y el futuro de millones.
El trabajo infantil en México adopta múltiples rostros: niñas que venden artesanías en las calles, niños que recolectan frutas bajo el sol abrasador o menores que laboran en talleres informales. En estados como Chiapas, Oaxaca y Guerrero, donde la pobreza es más aguda, la explotación laboral de menores es especialmente visible, pero no exclusiva. Incluso en entidades más desarrolladas como Nuevo León o la Ciudad de México, los niños trabajan en condiciones de invisibilidad, en actividades como el comercio ambulante o el servicio doméstico. Esta problemática no distingue fronteras estatales; es un reflejo de las carencias estructurales que afectan a todo el país, donde la falta de oportunidades y la necesidad económica empujan a las familias a involucrar a sus hijos en actividades laborales.
En este Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el compromiso debe ser colectivo. Gobiernos, sociedad civil, empresas y ciudadanos debemos asumir la responsabilidad de construir un México donde los niños y niñas puedan soñar, estudiar y jugar, en lugar de trabajar. Erradicar el trabajo infantil no es solo una cuestión de justicia, sino una inversión en el futuro del país. Cada niño que regresa a las aulas es un paso hacia una sociedad más equitativa y próspera. Que esta fecha nos inspire a actuar con urgencia y determinación para que ningún menor en México, sin importar su estado, viva bajo el yugo de la explotación laboral.