El impacto económico y social del cierre de la planta CIVAC de Nissan; cesará una derrama económica de más de mil 500 mdp en Morelos
LA CRÓNICA DE MORELOS. Martes 29 de julio de 2025.
El cierre de la planta armadora de Nissan Mexicana en CIVAC, Cuernavaca, programado para ejecutarse durante el año fiscal 2025 (que parte de abril de la presente anualidad a marzo 2026), tendrá un impacto económico significativo, de manera directa, en dicha región de Morelos, y en muchas otras, indirectamente.
Esta planta, operativa desde 1966 y la primera de Nissan fuera de Japón, emplea directamente a más de 4,800 trabajadores y genera miles de empleos indirectos a través de su cadena de proveeduría. Según estimaciones, el cierre pondrá en riesgo alrededor de 9,000 empleos, entre directos e indirectos, y una derrama económica de más de 1,500 millones de pesos anuales en la entidad.
La pérdida de esta fuente de empleo y actividad económica podría afectar a las familias locales, el comercio y los servicios en Cuernavaca y Jiutepec, reduciendo el dinamismo económico de la región y generando incertidumbre en un estado donde Nissan ha sido un motor industrial clave durante casi seis décadas.
La transferencia de la producción de la planta CIVAC, que en 2024 ensambló 122,320 vehículos (79,675 pickups Frontier/NP300 y 42,645 sedanes Versa), a las plantas A1 y A2 de Nissan en Aguascalientes, buscará optimizar las operaciones bajo el plan global Re:Nissan. Estas instalaciones en Aguascalientes cuentan con mayor capacidad instalada y economías de escala, lo que permite a Nissan consolidar la producción de modelos como la pickup Frontier, previamente designada como el enfoque principal de CIVAC para América Latina.
Sin embargo, la planta CIVAC ha sido considerada “obsoleta” por la compañía, y su modernización requeriría una inversión significativa, lo que justifica la decisión de cerrar y reubicar la producción. Este movimiento podría fortalecer la posición de Aguascalientes como un centro clave de manufactura automotriz en México, pero plantea interrogantes sobre la capacidad de estas plantas para absorber la totalidad de la producción sin afectar la calidad o los tiempos de entrega.
El impacto social del cierre también será notable, especialmente para los trabajadores de CIVAC. Aunque Nissan no ha detallado los planes de indemnización, reubicación o retiro para los empleados afectados, experiencias previas, como el cierre de la línea 1 de CIVAC en 2022, sugieren tensiones laborales. En ese entonces, trabajadores denunciaron liquidaciones incompletas y falta de apoyo sindical, lo que generó conflictos legales. La reubicación de empleados a Aguascalientes podría ser una opción, pero los costos de vida más altos y los salarios relativamente bajos en esa región podrían disuadir a muchos trabajadores de aceptar traslados, exacerbando el desempleo local. Además, el cese de operaciones debilitaría la confianza en el sector industrial de Morelos, desalentando nuevas inversiones y afectando a proveedores locales que dependen de Nissan.
A nivel estratégico, el cierre de CIVAC refleja los desafíos globales de Nissan, que enfrenta una crisis financiera y presiones competitivas, incluyendo la llegada de armadoras chinas y los aranceles impuestos por Estados Unidos a vehículos fabricados fuera de su territorio. La reestructuración bajo el plan Re:Nissan, que incluye el cierre de siete plantas a nivel mundial y la reducción de hasta 20,000 empleos, busca mejorar la rentabilidad y eficiencia operativa. Sin embargo, la decisión de cerrar CIVAC, apenas meses después de anunciar su rol como centro exclusivo para la producción de la Frontier en América Latina, genera incertidumbre sobre la estabilidad de las estrategias de Nissan en México. La consolidación en Aguascalientes podría ser un movimiento acertado para optimizar recursos, pero también arriesga la percepción de Nissan como un empleador y actor económico confiable en México.
El cierre de CIVAC abre oportunidades para otros actores en el sector automotriz mexicano. Las instalaciones de CIVAC, con una extensión de 412,000 metros cuadrados, podrían atraer el interés de otras armadoras, especialmente aquellas que buscan establecerse en México para aprovechar el T-MEC y el acceso al mercado estadounidense. Sin embargo, la viabilidad de esta transición dependerá de incentivos gubernamentales y de la capacidad de Morelos para reposicionarse como un destino atractivo para la inversión industrial.
Mientras tanto, el traslado de la producción a Aguascalientes refuerza la importancia de este estado como un hub automotriz, pero también pone presión sobre su infraestructura y fuerza laboral para absorber la producción adicional sin generar cuellos de botella.
El cierre de CIVAC marca el fin de una era para Nissan en Morelos, pero su impacto a largo plazo dependerá de cómo se manejen las consecuencias económicas y sociales en la región.