El obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, alza la voz por las madres buscadoras en su homilía dominical
Cuernavaca, Morelos – 16 de marzo de 2025. Durante la homilía dominical celebrada este domingo en la Catedral de Cuernavaca, el obispo Ramón Castro Castro, conocido por su cercanía con las causas sociales, dedicó palabras de apoyo y solidaridad a las madres buscadoras de México, quienes luchan incansablemente por encontrar a sus hijos desaparecidos. El prelado describió su situación como “terriblemente dolorosa” y llamó a los fieles a orar por estas mujeres que enfrentan una de las tragedias más desgarradoras del país.
Monseñor Castro, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) para el trienio 2024-2027, destacó la magnitud de la crisis de desapariciones en México, señalando que más de 124 mil personas permanecen en calidad de desaparecidas, según cifras oficiales. “Es un dolor que no podemos ignorar, un grito que resuena en el corazón de la Iglesia y de toda la sociedad”, afirmó.
El obispo, quien ha sido una figura crítica ante la violencia y la inseguridad en el país, subrayó la necesidad de acompañar a estas madres no solo con palabras, sino con acciones concretas. “No basta con rezar; debemos exigir justicia y trabajar por la paz que estas familias merecen”, expresó, haciendo eco de su postura firme contra la impunidad y la indiferencia. Este mensaje se alinea con su historial de apoyo a iniciativas como el Diálogo Nacional por la Paz, que impulsó tras el asesinato de sacerdotes jesuitas en 2022.
La homilía de este domingo resonó entre los feligreses y fue rápidamente compartida en las redes sociales, donde se destacó la sensibilidad del obispo hacia el sufrimiento de las madres buscadoras.
Su llamado llega en un momento en que Morelos, al igual que otras regiones de México, sigue enfrentando altos índices de violencia y desapariciones, un tema que ha marcado su labor pastoral desde que asumió la diócesis en 2013.
Con este pronunciamiento, Ramón Castro reafirma su compromiso con las víctimas y su papel como una voz profética dentro de la Iglesia mexicana, abogando por la dignidad y la esperanza en medio de la adversidad.