EL RESURGIMIENTO DE UNA AMENAZA PREVENIBLE
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Miércoles 25 de junio de 2025
En 2025, México enfrenta un alarmante repunte de sarampión, con 789 casos confirmados en los primeros tres meses del año, según el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedad Febril Exantemática. Este brote, que afecta a 10 estados, con Chihuahua y Oaxaca como focos principales, refleja una crisis de salud pública que se gestó en los últimos años. La baja cobertura de vacunación, que según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022 apenas alcanza el 70 por ciento contra el sarampión, está lejos del 95 por ciento necesario para la inmunidad de rebaño. Factores como la desinformación, decisiones de no vacunar por creencias personales y, sobre todo, recortes presupuestales en el sector salud durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador contribuyeron a este retroceso. Las promesas de un sistema de salud de primer mundo no se cumplieron, y hoy los más vulnerables, especialmente los niños, pagan las consecuencias.
Afortunadamente, Morelos se mantiene como una excepción positiva en este panorama nacional, con cero casos de sarampión reportados hasta la semana epidemiológica 15 de 2025. Las autoridades locales, a través de los Servicios de Salud de Morelos (SSM), han intensificado campañas de vacunación, como la Semana Nacional de Vacunación del 26 de abril al 3 de mayo, donde se aplicaron más de 35 mil dosis, incluyendo la triple viral (sarampión, rubéola y parotiditis). Sin embargo, la ausencia de casos no implica bajar la guardia. La Secretaría de Salud de Morelos exhorta a los padres a verificar los esquemas de vacunación de sus hijos, especialmente ante el aumento de movilidad en periodos vacacionales, que eleva el riesgo de contagios importados. La vigilancia epidemiológica activa y la coordinación con el gobierno federal son clave para mantener esta contención.
El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa, transmitida por gotas de saliva al toser, estornudar o tocar superficies contaminadas. Los síntomas iniciales incluyen fiebre alta, congestión nasal, tos, ojos rojos con secreción y manchas blancas en la cara interna de las mejillas, seguidos de erupciones rojizas en la piel. Karen Assat Guerrero Moctezuma, responsable del Sistema de Vigilancia Epidemiológica en Morelos, recomienda a los padres estar atentos a estos signos y acudir de inmediato a una unidad de salud, usando cubrebocas y evitando el contacto con otras personas. La vacunación con la triple viral (dos dosis para niños de 1 a 9 años) y la doble viral (para adolescentes y adultos jóvenes) es la medida más efectiva para prevenir complicaciones graves, que pueden incluir neumonía o encefalitis, especialmente en menores no vacunados.
El repunte del sarampión no es un accidente, sino el resultado de decisiones políticas que priorizaron proyectos de infraestructura sobre la salud pública. Expertos como los consultados por DW señalan que México gasta solo el 2.4% de su PIB en salud, menos de la mitad de lo recomendado por la ONU. Durante el sexenio de López Obrador, la eliminación del Seguro Popular y la reducción en la compra de vacunas dejaron a millones sin acceso adecuado a la inmunización. Mientras el gobierno destinaba recursos a obras emblemáticas, enfermedades prevenibles como el sarampión y la tos ferina resurgieron, afectando principalmente a los más pobres. La lección es clara: sin un compromiso real con la vacunación y el fortalecimiento del sistema de salud, México seguirá enfrentando crisis prevenibles. Es hora de que la sociedad exija un cambio de rumbo y los padres tomen acción vacunando a sus hijos para proteger el futuro.