¡EL RIDÍCULO DE LOS SENADORES!
OPINIÓN
Por Jorge Messeguer Guillén
Martes 15 de octubre de 2024
No les importó hacer el ridículo desde la tribuna de la cámara de senadores colocando la tómbola y las pelotitas que usarían para determinar quiénes serían los jueces y ministros que serían removidos de sus cargos; más de setecientos impartidores de justicia serán despedidos, entre jueces, juezas, magistradas y magistrados, para ser reemplazados por otros que supuestamente serán elegidos por el pueblo bueno y sabio.
No les importó el currículo, la trayectoria realizada como jueces y magistrados, su grado académico, su capacidad, su honestidad de muchas y muchos de ellos.
EL azar reemplaza a la evaluación y con esto al compromiso. Para la nueva autocracia que no se compromete, el azar y la suerte por medio de la tómbola sustituye al compromiso.
De los que se van en esta primera elección, seguramente habrá jueces y magistrados honestos, con una gran trayectoria, que se han ganado sus puestos a base de esfuerzo, de estudio, de compromiso y de vocación.
Es probable que también se vayan otros que han sido corruptos, sin duda, pero bajo las nuevas reglas que arrasan con todo, lo bueno y lo malo, pagan justos por pecadores.
El resto de los jueces y magistrados también se pueden considerar despedidos, corridos, removidos de sus cargos, pero hasta 2027.
En junio del 2025 también se elegirán a los ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; a todos sin excepción.
Dos de las Ministras de la 4T, exmilitantes y fundadoras de Morena, ya manifestaron su interés en participar en la elección de junio del 2025. Seguras de su triunfo, sabedoras de la cargada que seguramente instrumentarán los servidores de la nación y los operadores de su partido a su favor. ¿Alguien lo duda?
Algunos magistrados y jueces en funciones que salieron sorteados en esta primera ronda de despedidos han manifestado su negativa a participar en el proceso de elección para seguir siendo lo que ya son, algunos han dicho, con mucha razón, que es humillante participar en esa farsa.
Tampoco les importa los cientos de trabajadores y trabajadoras que perderán su trabajo como consecuencia de la salida de jueces y magistrados, son daños colaterales dirán.
A empezar de cero.
Si la reforma judicial no se revierte, estaremos en el inicio de lo que será la destrucción del Poder Judicial, entendido como contrapeso, de la carrera judicial, de la independencia de los juzgadores y de el sometimiento de jueces y magistrados al Ejecutivo y su partido.
Si esto avanza las ciudadanas y ciudadanos de México y del mundo estaremos viendo cosas que jamás hubiéramos pensado; el ridículo que hicieron los senadores será poca cosa frente al desaseo, la confusión y el derroche de recursos que significará la supuesta elección.
De mi parte adelanto que no acudiré a votar para validar la gran farsa y la institucionalización de la autocracia en México.
Conmigo no contarán.
Esta tragicomedia mexicana tiene para rato, apenas vamos en la primera temporada.