EL SEGUNDO PERIODO DE JLUS Y LA RUTA HACIA 2030
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Lunes 30 de diciembre de 2024
En un hecho sin precedentes en la historia moderna de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado rindió protesta este lunes 30 de diciembre de 2024 para un nuevo periodo como presidente municipal, marcando la primera reelección en la historia de la ciudad.
Este hito no solo representa un reconocimiento al trabajo realizado por Urióstegui en su primer periodo, sino que también redobla su compromiso con los ciudadanos que confiaron en él nuevamente en las elecciones del 2 de junio de este año. La reelección de Urióstegui es vista por muchos como un voto de confianza en la continuidad de proyectos y políticas que han impactado positivamente en la ciudad.
El nuevo trienio 2025-2027 comienza bajo un escenario favorable para Urióstegui, gracias a su buena relación con la gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia. Esta alianza política promete un marco de colaboración que podría traducirse en mejoras significativas para Cuernavaca. La seguridad pública es uno de los ámbitos en los que se espera un impulso, dado el apoyo que la gobernadora puede brindar en términos de recursos y estrategias conjuntas. Además, la coordinación con el gobierno estatal facilitaría la ejecución de obras públicas y proyectos de infraestructura que quedaron pendientes o que están planeados para el futuro.
La reelección también trae consigo grandes expectativas y desafíos. Urióstegui deberá demostrar que su segundo mandato no será solo una repetición de lo ya hecho, sino una oportunidad para profundizar y expandir su visión para Cuernavaca. Los ciudadanos esperan avances en áreas como el desarrollo económico, la mejora de servicios públicos y la gestión ambiental. La capacidad de Urióstegui para manejar estos desafíos, manteniendo el equilibrio entre lo prometido y lo posible, será crucial para mantener o aumentar su apoyo ciudadano.
La reelección de José Luis Urióstegui Salgado en Cuernavaca abre un capítulo interesante en la política municipal de Morelos. Esta situación podría sentar un precedente para futuras administraciones, mostrando que la continuidad en el liderazgo puede ser beneficiosa cuando se hace con transparencia y efectividad. Sin embargo, la mirada estará puesta en cómo Urióstegui gestiona las críticas y las expectativas, y en si logra superar los retos que presenta un segundo mandato. La relación con la gobernadora y el respaldo que esta le brinde serán claves, pero al final, será la percepción de la ciudadanía sobre los avances concretos lo que definirá el éxito de su administración.
Por lo demás, es fundamental que Urióstegui Salgado, al iniciar su segundo mandato, evite caer en la trampa de la soberbia y el protagonismo. La tentación de mirar hacia el futuro, considerando la posibilidad de aspirar a una diputación federal en 2027 o incluso a la gubernatura de Morelos en 2030 bajo el PAN o en coalición, podría desviar su atención de los problemas actuales de la ciudad. La clave para un liderazgo efectivo y duradero radica en centrarse en las necesidades inmediatas de Cuernavaca, asegurando que su gestión sea recordada por sus logros tangibles y no por ambiciones políticas a largo plazo que podrían comprometer su compromiso con la ciudadanía.