EL TRÁFICO DE INFLUENCIAS
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Miércoles 26 de junio de 2024
La legislación penal federal y la morelense señalan que comete el delito de ejercicio abusivo de funciones el servidor público que en el desempeño de su empleo, cargo o comisión, indebidamente otorgue por sí o por interpósita persona, contratos, concesiones, permisos, licencias, autorizaciones, franquicias, exenciones; efectúe compras o ventas, o realice cualquier acto jurídico que produzca beneficios económicos al propio servidor público, a su cónyuge, descendientes o ascendientes, parientes por consanguinidad o afinidad hasta el cuarto grado; a cualquier tercero con el que tenga vínculos afectivos, económicos o de dependencia administrativa directa; socios o sociedades de las que el servidor público o las personas antes referidas formen parte.
Asimismo, tales marcos normativos señalan que comete el delito de tráfico de influencia el servidor público que por sí o por interpósita persona promueva o gestione la tramitación o resolución ilícita de negocios públicos ajenos a las responsabilidades inherentes a su empleo, cargo o comisión, y cualquier persona que promueva la conducta ilícita del servidor público o se preste a la promoción o gestión a que hace referencia la fracción anterior.
Teóricamente estos conceptos son maravillosos, pero no se aplican en un país de cínicos. No hay mejor país en el mundo para hacer fortuna que el nuestro: México.
Pero no todos tenemos esta oportunidad, pues para lograrlo hay que pertenecer a la clase política o empresarial incrustada en el poder público.
El tráfico de influencias no es únicamente el mecanismo más usual para el enriquecimiento personal de funcionarios, sino que en estos años de neoliberalismo modernizado se tornó en el mecanismo principal para propiciar la sumisión de los estados nacionales al capital trasnacional, aspecto central de la corrupción que parece olvidarse. Y ahí vienen de otra vez, con nuevas reglas del juego, discrecionales, para evadir sanciones. Los casos más emblemáticos de corrupción en el sexenio que está a punto de terminar se dieron precisamente gracias a lo que hemos analizado hoy.