En Morelos, el 70% del comercio opera en la informalidad: urge transición al sector formal
En el estado de Morelos, aproximadamente el 70 por ciento de la actividad comercial se desarrolla en el ámbito de la informalidad, según reconoció Víctor Sánchez Trujillo, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico y del Trabajo (SDEyT). Esta cifra refleja un desafío estructural para la economía local, pero también una oportunidad para implementar políticas públicas que promuevan la formalización de estos negocios.
Sánchez Trujillo enfatizó que la incorporación de los comercios informales al sector formal debe realizarse de manera gradual, priorizando incentivos y apoyos directos en lugar de medidas coercitivas que podrían generar resistencia o afectar a los pequeños empresarios.
La informalidad en Morelos abarca una amplia gama de actividades, desde vendedores ambulantes y mercados sobre ruedas hasta pequeños talleres y servicios que no están registrados ante las autoridades fiscales. Este fenómeno, aunque permite la subsistencia de miles de familias, limita el acceso de los trabajadores a derechos laborales como seguridad social, créditos formales y pensiones, además de reducir la recaudación fiscal que podría destinarse a infraestructura y servicios públicos.
Para abordar esta problemática, la SDEyT ha planteado una estrategia integral que incluye programas de capacitación, acceso a financiamiento preferencial y asesoría para el cumplimiento de obligaciones fiscales y administrativas. “No se trata de castigar, sino de acompañar a los comerciantes en su transición hacia la formalidad”, destacó Sánchez Trujillo. Entre las medidas propuestas se encuentran subsidios para el registro de negocios, simplificación de trámites burocráticos y campañas de concientización sobre los beneficios de operar dentro del marco legal.
El titular de la SDEyT también subrayó la importancia de trabajar en conjunto con los municipios y las cámaras empresariales para identificar las necesidades específicas de cada sector. Por ejemplo, en el caso de los mercados tradicionales, se busca implementar esquemas de digitalización que permitan a los locatarios acceder a plataformas de comercio electrónico, ampliando su alcance y competitividad.
Por su parte, representantes de los comerciantes informales han expresado opiniones mixtas. Algunos ven con optimismo los incentivos, pero otros temen que los costos asociados a la formalización, como el pago de impuestos o cuotas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), representen una carga difícil de asumir en el corto plazo. “Queremos crecer, pero necesitamos que el gobierno entienda que muchos vivimos al día”, comentó María Elena López, líder de un grupo de vendedores en Cuernavaca.
Expertos en economía local coinciden en que la formalización no solo beneficiaría a los comerciantes, sino que también impulsaría el crecimiento económico de Morelos al fortalecer la base tributaria y fomentar la inversión. Sin embargo, advierten que el éxito de estas iniciativas dependerá de la capacidad del gobierno para diseñar políticas inclusivas y sostenibles, así como de la confianza que se genere entre los actores involucrados.
La SDEyT planea iniciar un programa piloto en los próximos meses, enfocado en sectores clave como el comercio minorista y los servicios. Este proyecto buscará medir el impacto de los incentivos y ajustar las estrategias antes de su implementación a gran escala. Con estas acciones, Morelos busca sentar las bases para una economía más equitativa y competitiva, donde la formalidad sea vista no como una imposición, sino como una oportunidad de desarrollo.