En un berenjenal están metidos los alcaldes de Cuautla y Atlatlahucan; hallan fosas clandestinas en rancho propiedad de su cuate apodado “El Barbas”
El descubrimiento de fosas clandestinas vinculadas al Cártel de Sinaloa en Morelos, ha sido una de las noticias que marcaron la pauta este domingo 30 de marzo de 2025.
El hallazgo tuvo lugar en la finca conocida como “Los Aguacates”, ubicada en el municipio de Totolapan, en la zona alta de Morelos. Este operativo fue llevado a cabo por la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), dependiente de la Fiscalía General de la República (FGR).
El cateo comenzó el viernes 28 de marzo y concluyó el sábado 29, revelando indicios balísticos de armas largas y escopetas, así como evidencias que apuntan a la existencia de fosas clandestinas en el predio. La finca quedó asegurada con sellos oficiales, lo que indica que las investigaciones continuarán para esclarecer la magnitud de lo encontrado.
Lo que hace este caso particularmente impactante es su conexión con figuras políticas locales. Según reportes, este lugar servía como punto de encuentro entre Júpiter Araujo, alias “El Barbas”, identificado como líder del Cártel de Sinaloa en la zona oriente de Morelos, y alcaldes de municipios como Cuautla (Jesús Corona Damián) y Atlatlahucan (Agustín Toledano Amaro). Esta relación salió a la luz tras la difusión de un video en febrero de 2025, que mostraba a estos ediles compartiendo mesa con “El Barbas” junto a otros funcionarios y empresarios locales. El escándalo desató una investigación federal que culminó en este cateo, confirmando las sospechas de una posible colusión entre autoridades y el crimen organizado.
Para los morelenses, este evento no es solo una noticia aislada, sino el reflejo de una problemática más profunda. Morelos ha enfrentado por años una creciente influencia de cárteles como el de Sinaloa, que buscan controlar rutas estratégicas cercanas a la Ciudad de México y el sur del país. La región oriente, donde operaba “El Barbas” (al parecer está prófugo), es conocida por su violencia ligada al narcotráfico, y este hallazgo refuerza la percepción de inseguridad que afecta a comunidades como Cuautla, Totolapan y Jiutepec.
El impacto político también es notable. Jesús Corona, alcalde de Cuautla, ha insistido en su inocencia, afirmando en una sesión de Cabildo que no tiene vínculos con criminales y que está dispuesto a colaborar con las autoridades. Sin embargo, la evidencia del video y ahora los hallazgos en “Los Aguacates” han puesto en duda su postura y la de otros implicados. La FEMDO ha tomado el caso por tratarse de delincuencia organizada, un delito de competencia federal, lo que podría derivar en consecuencias legales severas para los funcionarios involucrados si se comprueba su participación.
Este espinoso asunto genera indignación y reflexión. Por un lado, expone la vulnerabilidad de las instituciones locales ante el poder del narco; por otro, resalta la necesidad de una respuesta más contundente por parte de las autoridades estatales y federales.