¿ES POSIBLE “APAGAR LA REALIDAD”?
OPINIÓN
Por Regina M. Cinta Becerril
Viernes 08 de noviembre de 2024
La idea de “apagar la realidad” evoca imágenes de mundos virtuales donde la realidad cotidiana puede ser pausada o reemplazada por una simulación tan convincente que borra, al menos temporalmente, nuestra percepción del mundo real.
Este fascinante concepto se ha explorado en la ciencia ficción, la filosofía, y las experiencias de realidad virtual, donde se busca no solo cuestionar los límites de nuestra percepción, sino también experimentar estados alternativos de conciencia.
Sin embargo, ¿hasta qué punto es posible alterar nuestra experiencia de la realidad? Este tema nos lleva a considerar no solo los avances tecnológicos sino también los límites de la mente humana y las implicaciones éticas y filosóficas de intentar manipular lo que percibimos como “real”.
La pregunta de si es posible “apagar la realidad” puede interpretarse de varias maneras, dependiendo del contexto.
En términos tecnológicos, la realidad virtual puede crear un entorno simulado tan inmersivo que, para el usuario, podría parecer que la realidad cotidiana se ha “apagado” o suspendido temporalmente. Sin embargo, esto no es realmente apagar la realidad, sino más bien sustituirla temporalmente por una simulación computarizada. Usuarios de VR han reportado sensaciones de desrealización o disociación tras experiencias intensivas, lo cual indica que el cerebro puede confundir temporalmente lo real con lo virtual. Algunos usuarios de realidad virtual tienen problemas para “volver al mundo real”.
Desde una perspectiva filosófica o psicológica, “apagar la realidad” podría referirse a estados alterados de conciencia, como la meditación profunda, el uso de sustancias psicodélicas o experiencias de desrealización. Estos estados pueden alterar la percepción de la realidad, haciendo que uno sienta como si la realidad común se hubiera apagado. Sin embargo, estos cambios son temporales y subjetivos, no alteran la realidad objetiva.
Fenómenos como la despersonalización y la desrealización pueden hacer que una persona sienta que está desconectada de la realidad. Esto no significa que la realidad misma se haya apagado, sino que la percepción de la realidad ha cambiado. Despersonalización e irrealidad, cómo dejar de separarse.
Existen experimentos históricos, como el aislamiento sensorial en cámaras de privación sensorial, donde se reduce la entrada de estímulos externos (luz, sonido, gravedad), lo que puede llevar a experiencias donde la percepción de la realidad se modifica drásticamente. Un famoso ejemplo es el trabajo de John Lilly en los años 50 con tanques de aislamiento sensorial.
En la ciencia ficción, conceptos como “The Matrix” exploran la idea de que la realidad podría ser una simulación que se puede “apagar” o reconfigurar. Aunque esto es fascinante desde un punto de vista narrativo, no hay evidencias científicas que sugieran que tal capacidad existe o será posible en términos reales.
Mientras que podemos alterar drásticamente nuestra percepción de la realidad a través de medios tecnológicos, psicológicos, o incluso farmacológicos, “apagar la realidad” en un sentido literal o físico es conceptualmente imposible con la comprensión actual de la ciencia y la tecnología. La realidad objetiva sigue existiendo independientemente de nuestra percepción subjetiva.