FUENTEOVEJUNA EN TAXCO
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Viernes 29 de marzo de 2024
La percepción generalizada de inseguridad, coraje, indignación y gran desconfianza de la sociedad hacia las autoridades ha propiciado la cada vez más frecuente tendencia a hacerse justicia por propia mano, casi en todo el territorio mexicano. Morelos no es ajeno a lo anterior, pues en diferentes épocas hemos visto a enardecidas poblaciones linchar a presuntos responsables de haber cometido algún delito. Recuerdo las dantescas imágenes de lo ocurrido el 3 de agosto de 2018 en Tetela del Volcán, donde un colombiano fue quemado vivo, hasta la muerte. Se le acusaba de formar parte de una banda dedicada a la extorsión.
Este jueves dieron la vuelta al mundo las escenas de varios videos grabados por pobladores de Taxco, Guerrero, quienes arremetieron a golpes contra una pareja acusada por el abuso sexual y feminicidio de una menor de tan solo ocho años de edad. Un hombre fue entregado a la policía, pero la mujer, gravemente lesionada, no resistió y murió en el hospital. Cabe subrayar que la dupla fue videograbada cuando dispuso del cuerpo de la niña, para ir a tirarlo en un paraje de la carretera Taxco-Cuernavaca, cerca de la caseta de Zacapalco (en jurisdicción de Taxco). Ese material en video enardeció todavía más a propios y extraños, consumándose la justicia por propia mano.
La violenta reacción de pueblos enteros tiene explicaciones. “La falta reiterada de cumplimiento y aplicación de la ley, así como la incapacidad de las distintas instancias de seguridad pública para generar condiciones que permitan la convivencia pacífica entre las personas, han propiciado que se canalice o dirija el hartazgo e impotencia de estas últimas, ante una realidad que las vulnera y lastima, para que incurran en acciones violentas contra quienes consideran o suponen que cometen delitos o atentan en su contra o de la comunidad a la que pertenecen”, dijo un reporte de la CNDH en 2019.
En resumen, los linchamientos son una muestra de la falta de capacidades del Estado para mantener el monopolio legítimo de la fuerza, el control sobre el territorio, y para garantizar la aplicación de la ley y la seguridad de la población.
El espíritu de Fuente Ovejuna, o hacer justicia por propia mano, evidencia los cruciales momentos de crisis por los cuales atraviesa el aparato judicial y policiaco en el país, al mismo tiempo de mostrar el alto grado de inconformidad de la sociedad ante la impunidad, el abuso, y la prepotencia policiaca.
En los linchamientos siempre radica un elemento recurrente, bajo la presencia de actores anónimos que no podemos encontrar en escenarios previamente construidos, sino sólo en aquellos que adquieren unidad en la espontaneidad, en la masa y/o el anonimato. Alguna o varias voces actúan como medio de cohesión de todos los que nada tienen y quienes decidieron poner un coto a los abusos de autoridad, la negligencia de jueces, policías, funcionarios, etcétera.
Tres de las preguntas que guían la presente reflexión son las siguientes:
¿Por qué las instituciones públicas son cada vez menos eficientes para la solución de los conflictos?
¿Por qué en México han crecido el número de linchamientos, motines en las cárceles y rebeliones en distintos estados?
¿Por qué la forma de solución de los conflictos es cada vez más violenta?