GASTO PÚBLICO Y RIESGO
¡Entre semana!
12 marzo 2024
Eduardo Ángel Cinta Flores
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Al final del sexenio de Enrique Peña Nieto se escuchaban expresiones de prevención al pueblo una vez que se conociera la candidatura oficial por MORENA de Andrés Manuel López Obrador. Vaticinaban desastre total de la economía nacional, de la imposición de una quebrada política petrolera, detonando otra sobre la generación eléctrica alejada de la energía limpia, la militarización del Estado, desatención en Salud Pública, impulso de proyectos sin futuro partiendo desde la cancelación del NAICM, y muchas, muchas cosas más.
Recordaba una grave prevención que hiciera el ingeniero y licenciado Marcos Manuel Suárez Ruiz en el año 93 referente a la candidatura a la gubernatura de Morelos de Jorge Carrillo Olea. Se le había invitado a una conferencia en la campaña temática en favor de Colosio que hiciera el Grupo Empresarial Morelos, el ingeniero Suárez nos dijo sin pelos en la lengua: ¿Qué están haciendo apoyando a Carrillo? ¡Es un hampón! ¡Se van a arrepentir, es un perverso!
En ambas prevenciones no se hizo caso, se tomó como si hubiera sido la expresión de ¡ahí viene el Lobo! gritada en varias ocasiones, hasta que el pueblo se percató que la fiera … estaba ahí y ya no tenían alternativa.
Que esperanzas de que hubiesen seguido lo que dicta la Biblia en Jeremías 29:11 “Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes, declara el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza”. Obvio, no la esperanza de México como engañosamente pregona MORENA.
Carrillo resultó hasta peor a lo que el Profeta Ingeniero había vaticinado, el ciudadano lo repudió y tuvo que renunciar antes del término de su mandato.
El sexenio de López Obrador ha gozado de estabilidad macroeconómica y una notable revaluación del peso debido a que la heredada economía nacional fue relativamente bien administrada en gobiernos anteriores, a pesar del sangrado que la corrupción le propinó, además de que la influencia del mercado internacional le favoreció, sin embargo, cierra su gestión con el mayor déficit público desde 1988, va en desmedida debacle.
El gasto de las elecciones es muy alto, tanto lo presupuestado y reportado al INE como aquel que no se considera y que se oculta pero que, es el mayor sangrado que en ese rubro se tiene, bardas pintadas con propaganda y los inútiles acarreos. Hay que hacer ganar a todo costo a la candidata del presidente
Comenta el diario Reforma que para el presupuesto 2025 el aumento del 25 por ciento de las pensiones no contributivas no será el único gasto a considerar en las promesas de campaña, ya que ambas candidatas están anticipando un incremento presupuestal para el próximo año. Claudia ha prometido un apoyo bimestral para las mujeres equivalente a la mitad de la pensión de adultos de 65 y más, digo yo, mientras que, en el partido de enfrente, Xóchitl lo propone, como una inversión y no gasto, para hombres y mujeres, o sea dobletear el beneficio social.
El riesgo es que, de los 100 compromisos presentados por Claudia Sheinbaum, 41 suponen un gasto, solamente uno habla de cómo costear tales promesas: pretende hacer más eficiente la recaudación fiscal, lo que crea comezón en el sector empresarial.
Inquietante es el punto 75: “Fortaleceremos a Mexicana de Aviación con la adquisición de más aeronaves…”. ¿Es defendible gastar dinero público en esto cuando es más sustancial comprar medicinas? Con ello demuestra la candidata sumisión ante AMLO para seguir en la vorágine de una campaña que ya se antoja frustrada por las frivolidades presidenciales.
AMLO no supo impulsar el crecimiento el que al final de su mandato en promedio anual será de sólo 1.08 por ciento, el más bajo desde Miguel de la Madrid. Esto en un contexto donde Estados Unidos está creciendo exponencialmente dentro de un ambiente, también electoral.
López heredó finanzas públicas sólidas y fideicomisos con decenas de miles de millones de pesos del gobierno de Peña Nieto, los que ya despilfarró. En contraste, dejará innumerables retos fiscales. Parte de las supuestas economías de AMLO fue a costa de no gastar en vacunas, ni en medicinas, ni en mantenimiento, ni en infraestructura… salvo para sus proyectos faraónicos, la valió madre el país.
El gobierno de la Cuarta T tenía la obligación de cuidar el futuro económico de México no lo hizo, a cambio hay mucho gasto público reprimido que la futura presidenta, la que sea, tendrá que enfrentar. En donde están por supuesto las sanguijuelas, las rémoras de PEMEX y CFE.
Después de escuchar tantas veces la fábula que ya venía el lobo, que AMLO era un riesgo para México y que con su gobierno se iba a desbaratar la economía nacional, es fácil convencerse que el lobo … no vendrá, en MORENA están seguros que el lobo, ni existe. Pero, cómo en la leyenda, el lobo al final sorprende y puede llegar cubierto con piel de loba, por lo que, aunque faltan seis meses para que la profecía se cumpla en plenitud, debemos orar para tener la benevolencia de Jeremías.
¡Amigos les dejo como siempre un saludo con mucho afecto!