¿GESTIÓN DE OBRAS O DESTRUCCIÓN DE CUERNAVACA?
OPINIÓN
Por Regina M. Cinta Becerril
Martes 12 de noviembre de 2024
En Cuernavaca, la gestión de las obras públicas ha evidenciado serios problemas. El incumplimiento de contratos por parte de las empresas contratadas ha paralizado numerosas obras, con el alcalde José Luis Uriostegui Salgado denunciando la falta de materiales como la principal causa. Este problema no solo revela una falta de cumplimiento por parte de las empresas, sino también una posible negligencia o falta de supervisión adecuada por parte del ayuntamiento.
La transparencia en la adjudicación y gestión de proyectos ha sido puesta en tela de juicio. La falta de materiales no es algo que sucede de la noche a la mañana; es un síntoma de una planificación deficiente y, posiblemente, de la ausencia de mecanismos efectivos de monitoreo y control. Esto sugiere que la transparencia no solo es un problema de acceso a la información, sino también de la gestión interna del proceso de ejecución de obras.
El impacto visual y funcional en la ciudad es evidente. Calles sin terminar, áreas con infraestructura a medio construir y el desorden general han transformado partes de Cuernavaca en zonas que parecen abandonadas. Esta situación no solo afecta la estética urbana, sino que también obstaculiza la movilidad y la vida diaria de los ciudadanos, generando un ambiente de frustración y descontento.
Históricamente, Cuernavaca ha lidiado con problemas similares en la ejecución de obras, lo que apunta a problemas sistémicos. La recurrencia de estas situaciones indica que no se han implementado medidas correctivas efectivas a lo largo del tiempo, o que estas han sido insuficientes para abordar las raíces del problema. La administración pública parece enfrentar retos en la planificación estratégica y en la implementación de proyectos a largo plazo.
El ayuntamiento ha intentado tomar medidas, como la advertencia de rescindir contratos con empresas incumplidoras. Sin embargo, esta reacción más bien refleja una gestión reactiva que preventiva. La necesidad de llegar a este punto sugiere una falta de mecanismos proactivos para asegurar el cumplimiento contractual desde el inicio, lo cual es una falla en la previsión y en la gestión de riesgos.
Para mejorar esta situación, es imperativo que se establezcan protocolos más rigurosos de supervisión y rendición de cuentas. Además, la participación ciudadana en la vigilancia de las obras podría ser un paso hacia una mayor transparencia y responsabilidad. La ciudad requiere no solo de un cambio en la gestión de proyectos, sino de una reforma en la cultura administrativa que priorice la eficiencia, la transparencia y el compromiso con la mejora continua de la infraestructura urbana.
El objetivo de este análisis busca abordar tanto los problemas evidentes como las posibles soluciones, ofreciendo una perspectiva crítica pero constructiva sobre cómo podría mejorarse la gestión de obras públicas en Cuernavaca. Por ahora, nuestra amada ciudad presenta un panorama de destrucción y no de consolidación de su infraestructura.