GONZÁLEZ SARAVIA RESPONDE CON PRESENCIA INMEDIATA A CRISIS EN OCOXALTEPEC
OPINIÓN
Por Guillermo Cinta Flores
Miércoles 18 de diciembre de 2024
La visita (este miércoles) de la gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia, a la Ayudantía Municipal de Ocoxaltepec, representa un ejemplo claro de gobernanza directa y comprometida con la resolución de conflictos locales.
Al acudir personalmente a atender las demandas ciudadanas, la mandataria no solo subraya la importancia de la cercanía territorial, sino que también refuerza la imagen de un gobierno accesible y atento a las necesidades de la población. Este tipo de acciones representan una estrategia para construir confianza y legitimidad entre los ciudadanos, lo cual es crucial en contextos donde la desconfianza hacia las instituciones públicas puede ser elevada.
La presencia de figuras políticas locales como el presidente municipal, Juan Jesús Anzures García (retenido entre el lunes y el martes por los lugareños de Ocoxaltepec), y el alcalde electo de Ocuituco, René Jacobo Ortuño, durante la visita de la gobernadora, indica una coordinación interinstitucional que favorecerá la continuidad de los proyectos y la estabilidad política en la región. Este acto conjunto demuestra unidad política, pero también significa un mensaje de estabilidad y continuidad administrativa, esencial en momentos de transición política. La colaboración entre autoridades salientes y entrantes sugiere una administración pública que prioriza el bienestar de la comunidad sobre las divisiones partidistas.
El compromiso de concluir las obras pendientes antes de fin de año (motivo de la inconformidad social que produjo la retención del presidente municipal), anunciado por la gobernadora, es una promesa de acción inmediata que refleja también una política de rendición de cuentas y eficiencia gubernamental. Este anuncio puede ser interpretado como una respuesta directa a las demandas de los ciudadanos y una forma de mitigar posibles conflictos sociales derivados de proyectos inconclusos. La promesa de culminar estas obras en un periodo tan corto también pone a prueba la capacidad de gestión y ejecución del gobierno de Morelos, lo que podría ser un punto de observación crítica para evaluar la efectividad de la administración pública.
Por lo demás, la labor de funcionarios adscritos a la Secretaría de Gobierno, bajo la dirección de Juan Salgado Brito, merece ser destacada por su manejo político y conciliador. La pericia política en la resolución de conflictos y la capacidad de negociación son fundamentales para evitar escaladas que derivarían en protestas o malestar social. Este tipo de enfoque no solo previene la confrontación, sino que también fomenta un ambiente de diálogo y cooperación, que son pilares esenciales para el desarrollo sostenible y la paz social en cualquier comunidad. La actuación de estos funcionarios es, definitivamente, un modelo a seguir para otras entidades gubernamentales en la gestión de conflictos locales.
Al acompañar a Margarita González Saravia, tanto el actual alcalde Juan Jesús Anzures García, como el alcalde electo, René Jacobo Ortuño, envían un mensaje de unidad y continuidad administrativa en un momento de crisis. La participación de Anzures García, pese al reciente incidente, puede ser interpretada como un intento de reconciliación y de mostrar apertura al diálogo. Este gesto puede ser crucial para demostrar que, a pesar de las circunstancias adversas, hay un interés genuino en trabajar por el bienestar de la comunidad, evitando que el conflicto se agrave o se politice aún más.
La gestión de este conflicto, que podría haber escalado a mayores niveles de confrontación, muestra la importancia de la mediación y el diálogo en la administración pública. A través de este enfoque, se busca no solo resolver el problema inmediato sino también establecer un precedente de cómo abordar futuros conflictos, promoviendo una gobernanza basada en la cercanía, la escucha activa y la acción directa frente a las demandas ciudadanas.