HABRÁ OTRA PRISIÓN ESTATAL EN MORELOS
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Viernes 09 de agosto de 2024
El Centro de Reinserción Social (varonil) de Atlacholoaya, en la jurisdicción del municipio de Xochitepec, algún día tuvo capacidad para alojar a mil 997 internos; no obstante, resguarda conservadoramente a 2 mil 430 personas acusados por algún delito. Sin embargo, esa cantidad pudiera ser superior, en condiciones de hacinamiento. Desde su proyección, verbigracia en la compra del terreno y la edificación, la prisión ha sido el centro de negocios turbios y múltiples actos ilegales.
El CERS Morelos sustituyó a la antigua Penitenciaría del Estado, ubicada en la avenida Atlacomulco de la colonia Acapantzingo desde 1934 hasta finales de los años noventa, cuando fue sustituida por la de Atlacholoaya. La de Atlacomulco tenía capacidad para 250 personas, pero llegó a albergar a más de mil reclusos, obviamente en circunstancias graves de hacinamiento.
El penal de Atlacholoaya fue proyectado durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) dentro del Programa Nacional de Infraestructura Penitenciaria en Arrendamiento Financiero (1992), al que el gobierno de Morelos se incorporó en noviembre de 1994. Originalmente, el proyecto se había diseñado para Chiapas, pero el gobierno de aquella entidad no entró al mentado plan que, teóricamente, abarcaba la construcción de 12 penales con instalaciones modernas, avanzados sistemas tecnológicos, garantías a la sociedad sobre el máximo aseguramiento de los delincuentes y programas de readaptación social de los internos a través del trabajo, la capacitación y educación. Así sería la de Atlacholoaya, pero todo quedó en pura fantasía.
El proyecto de Chiapas abarcaba solamente 1000 espacios, pero el de Morelos tenía como objetivo llegar a 2012, para lo cual fue necesario modificar el proyecto ejecutivo y el presupuesto iniciales. Hoy la realidad supera las añejas proyecciones. Hay quienes aseguran que en el CERS de Atlacholoaya existen mínimo 3 mil presos. Desde su proyección, pasando por la construcción y operación en años posteriores, el multicitado penal es el prototipo del caos y la corrupción, que solo el autogobierno logra mantener más o menos bajo control.
Sin embargo, el almirante José Antonio Ortiz Guarneros, titular de la Comisión Estatal de Seguridad de Morelos, de la cual depende el sistema penitenciario de la entidad morelense en general, informó que “en unos meses” funcionará un nuevo penal, con capacidad de 800 presos, en un edificio contiguo a las instalaciones de la Fiscalía General de la República sobre el Paseo Cuauhnáhuac, al oriente de Cuernavaca. Dicho funcionario arguyó que la nueva prisión contribuirá a reducir la población en la de Atlacholoaya, lo cual estará por verse. Ahí se proyectó un Centro de Internamiento Federal, construido hace 12 años y que costó mil 500 millones de pesos. Nunca se utilizó para ese fin y sí albergó la sede de la Unidad Especializada contra el Secuestro hasta el año pasado, cuando se mudó a un nuevo inmueble en la avenida Emiliano Zapata. Según dijo Ortiz Guarneros, hubo más recursos federales de por medio, gracias a lo cual se logró la habilitación de la futura cárcel. Estaremos atentos a los acontecimientos y después diremos. A ver si es cierto el control del hacinamiento en Atlacholoaya.