HISTORIA QUE HOY ES TRANSFORMISTA

Gracias a Dios es viernes
21 de noviembre 2025
Eduardo Ángel Cinta Flores
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El reclamo social no tiene partido, genero ni edad, simplemente es la sociedad pretendiendo ser escuchada, ser atendida y no ser confundida como enemiga del gobierno, es parte de los votantes del 2018, sumados aquellos que fueron renuentes a atender la oratoria de los candidatos y que hoy reciben la letanía amenazante que no espanta, ni arenga, pero si ofende.
Ayer durante el acto de la conmemoración del 115 aniversario de la Revolución Mexicana, la presidenta Claudia Sheinbaum dio un discurso que, por su contenido agresivo, divisor y de confrontación generó reacciones polarizadas. Para los morenistas fue un mensaje enérgico de defensa legítima de su gobierno y proyecto político. No así para la oposición que lo ha interpretado como el uso de un lenguaje de confrontación, división y acusatorio de fomentar la violencia, el odio y de apelar a la intervención extranjera.
Dice la Doctora Sheinbaum “la oposición se equivoca nosotros, somos diferentes”. Esta equivocada presidenta el pueblo solo quiere dialogar con Usted y no ser reprimido ante la confusión que creó un verdadero grupo de choque auspiciado por su gobierno, el anarquista Bloque Negro.
En el contexto de su discurso que con toda soberbia expuso, diagramó a la perfección las causas por las que el 30% de los mexicanos que votaron en el 2018 lo hicieron por Andrés Manuel López Obrador, diagrama también los actuales perfiles de MORENA y de la Cuarta Transformación, son los mismos. La corrupción, el abuso del poder, la colusión con el crimen organizado, la opulencia mal habida, el nepotismo, la persecución y represión de los opositores y de los medios de comunicación críticos de su realidad, etc. etc. fue el tono de agresión y amenaza que su arrogancia le dictó. Ahora para el 6 de diciembre convoca a que obligadamente se cite a manifestar su adhesión a los jóvenes de las principales ciudades del país.
El contexto de su discurso rememora a que, la “soberbia” de Echeverría lo llevó a buscar prestigio internacional a través de su política tercermundista, descuidando los problemas internos y fracasando en su intento de mejorar su reputación. La soberbia en Echeverría fue un rasgo de su personalidad política que se manifestó en una serie de acciones autoritarias, represivas y económicamente desastrosas. Estos actos, más que su arrogancia por sí sola, fueron los que lo llevaron a un completo desprestigio y, en última instancia, a la pérdida de su influencia política tras dejar la presidencia.
La soberbia en la política es un fenómeno ampliamente reconocido como un factor que puede llevar a la caída de los políticos. El poder puede ser un caldo de cultivo para la arrogancia, que a menudo se manifiesta como una falta de empatía, una negativa a escuchar a los demás y una incapacidad para reconocer errores, lo que erosiona el apoyo y la confianza de los votantes.
Kenia López Rabadán Presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, calificó como un “discurso duro” el mensaje que la presidenta Claudia Sheinbaum dicto este 20 de noviembre, lo consideró como una continuación del discurso de polarización que el expresidente Andrés Manuel López Obrador solía usar para dividir a los mexicanos entre “buenos y malos”.
Está claro que la soberbia y la arrogancia son un camino seguro hacia el fracaso político, ya que anulan la empatía, debilitan el juicio y alejan a los líderes de la realidad de su electorado.
Amigos la semana tiene siete días y … gracias a Dios ¡es viernes!
