HUMILDAD VS. PREPOTENCIA: EL CONTRASTE ENTRE LOS IDEALES DE SHEINBAUM Y LAS ACTITUDES DE LOS JEFAZOS DE MORENA
OPINIÓN
Por Guillermo Cinta Flores
Viernes 15 de agosto de 2025
La carta de la presidenta Claudia Sheinbaum al Consejo Nacional de Morena, fechada el 4 de mayo de 2025, es un documento que busca reafirmar los principios fundacionales del Movimiento de Regeneración Nacional y establecer una guía ética para sus militantes. En ella, Sheinbaum enfatiza valores como la unidad, la humildad, la austeridad, la lucha contra el nepotismo y la cercanía con el pueblo, recordando el legado de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Sin embargo, las acciones de ciertos líderes prominentes de Morena, incluyendo a Andrés Manuel López Beltrán (Andy), Gerardo Fernández Noroña y Andrea Chávez, han generado controversia al contradecir estos ideales. A continuación, vamos a contrastar la visión de Sheinbaum con las actitudes de estos y otros cuadros.
Sheinbaum destaca la importancia de la unidad como pilar del movimiento, advirtiendo contra el sectarismo y el pragmatismo sin principios, citando a AMLO: “Los políticos no se dividen entre buenos y malos, se distinguen por su forma de actuar ante determinadas circunstancias.” No obstante, figuras como Gerardo Fernández Noroña han contribuido a la división interna. Su viaje a Estrasburgo, criticado como “turismo político” financiado con recursos públicos, generó tensiones dentro del partido, especialmente tras ser señalado por Sheinbaum como una práctica contraria a los principios de austeridad y cercanía con el pueblo. Este incidente reflejó una desconexión entre el discurso de unidad y las acciones individuales que priorizan intereses personales.
La presidenta insiste en su carta en la humildad y la austeridad, rechazando explícitamente prácticas como viajar en aviones privados, usar ropa de marca o comer en restaurantes caros, afirmando que “Morena es humildad.” Sin embargo, el caso de Andrés Manuel López Beltrán pone en entredicho este principio. Su viaje a Tokio, percibido como lujoso, desató críticas públicas, a las que respondió defendiendo su derecho a viajar, pero sin abordar la contradicción con el ethos de austeridad de Morena. Sheinbaum, en un mensaje en X el 6 de agosto de 2025, reafirmó que “el poder se debe ejercer con humildad,” una declaración que parecía una crítica velada a López Beltrán, evidenciando una brecha entre el ideal y su conducta.
Otro punto clave de la carta es la condena al nepotismo y al influyentismo, con Sheinbaum proponiendo que Morena prohíba candidaturas de familiares desde 2027, más allá de la restricción constitucional hasta 2030. Este llamado parece dirigido a casos como el de López Beltrán, cuya influencia en Morena es significativa debido a su cercanía con AMLO. La percepción de que podría beneficiarse de su apellido contradice la meritocracia que Sheinbaum defiende. Asimismo, figuras como Luisa María Alcalde, actual presidenta de Morena, han sido cuestionadas por su rápido ascenso, alimentando sospechas de favoritismo, aunque no hay evidencia directa de nepotismo en su caso.
Sheinbaum subraya que Morena no debe convertirse en un “partido de Estado” y aboga por una organización desde abajo, con comités de base y contacto directo con el pueblo. Sin embargo, la legisladora Andrea Chávez ha sido señalada por actos de campaña anticipada en Chihuahua, utilizando recursos que evidencian una promoción personal por encima de los intereses colectivos. Estas acciones, denunciadas por la oposición, contrastan con la visión de Sheinbaum de campañas “a ras de tierra” y sin derroche, mostrando cómo ciertos líderes priorizan su proyección política sobre la organización colectiva que la presidenta promueve.
La carta también resalta la importancia de la formación política y el humanismo mexicano como guías ideológicas. Sheinbaum propone fortalecer el instituto de formación política para consolidar estos valores. Sin embargo, la actitud de algunos líderes, como Fernández Noroña, quien ha sido criticado por declaraciones altisonantes y confrontacionales, refleja una falta de compromiso con el “amor al pueblo” y la lucha contra el clasismo y el machismo que Sheinbaum defiende. Sus posturas públicas a menudo priorizan el protagonismo sobre la formación ideológica, debilitando la cohesión del movimiento.
Finalmente, Sheinbaum enfatiza la transparencia en la selección de candidatos mediante encuestas y tómbolas, rechazando campañas de odio o el uso de recursos públicos. Este principio choca con la percepción de opacidad en algunos procesos internos de Morena, donde figuras como López Beltrán y Chávez han sido acusadas de aprovechar su influencia para posicionarse. La carta, leída por Luisa María Alcalde en el Consejo Nacional, fue un intento de Sheinbaum de reafirmar su liderazgo y corregir desviaciones, pero la persistencia de actitudes prepotentes y prácticas cuestionables entre líderes destacados sugiere que los ideales de Morena enfrentan desafíos internos significativos. Y ni qué decir de todo lo ocurrido en torno a Adán Augusto López Hernández, acusado de haber tenido vínculos con el crimen organizado cuando fue gobernador de Tabasco.
En conclusión, la carta de Sheinbaum es un esfuerzo por alinear a Morena con sus principios fundacionales, pero las acciones de figuras como López Beltrán, Fernández Noroña, Chávez, Gutiérrez Luna, Monreal, Pedro Haces, Adán Augusto y los que se sumen este día, revelan una brecha entre el discurso y la práctica. Estos contrastes no solo cuestionan la coherencia del partido, sino que también desafían la capacidad de Sheinbaum para mantener la unidad y la integridad del movimiento frente a un contexto político cada vez más exigente.