INFORMALIDAD Y PRECARISMO LABORAL
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Viernes 26 de enero de 2024
La tasa de desempleo en México bajó 2.6 por ciento de la población económicamente activa (PEA) en diciembre de 2023, por debajo del año anterior, pero con más de la mitad de los trabajadores aún en la informalidad, informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). El dato es menor al índice del 2.7 por ciento del mismo mes de 2022 y también menor al 2.7 por ciento registrado en noviembre pasado, precisó el organismo autónomo en su reporte. Pero el INEGI reportó que 31.7 millones de trabajadores están en el sector informal, es decir el 53.6 por ciento de la población ocupada.
La población ocupada por sector de actividad se distribuyó con 43.6 por ciento del total en servicios, en comercio 19.5 por ciento, en manufacturas 17.1 por ciento, en actividades agropecuarias 10.5 por ciento y en construcción 7.9 por ciento. Mientras que en otras actividades económicas, que incluyen minería, electricidad, agua y suministro de gas, estuvo ocupada el 0.7 por ciento, y otro 0.6 por ciento no especificó actividad.
El escenario para las empresas locales no es muy halagüeño. Usan mano de obra de poca calificación, se desarrollan con escasa capacidad económica y poseen tasas de utilidad bajas, circunstancia que se asocia a la excesiva carga tributaria.
Nuestro mercado de trabajo es de precarismo. Los empleos ofrecidos son de baja calidad, comparativamente con otras regiones del país.
Esto implica un enorme rezago en términos de bienestar para las familias, pero es también una de las más severas debilidades para el desempeño de la economía estatal, pues se trata de ocupaciones de muy baja productividad, lo que merma las posibilidades de un crecimiento sostenido de la producción.
Un documento del Observatorio Laboral Mexicano indica que en la distribución por escolaridad de los trabajadores ocupados, el rubro de técnicos en medicina humana 68 por ciento tiene niveles de secundaria; 14.7 por ciento son profesionales medios; 12.9 por ciento posee educación superior, y 4.5 por ciento cursó hasta la primaria. Un 54.1 por ciento de egresados de secundaria se ocupa en el sector de peluqueros, embellecedores y similares; 22.7 son profesionales medios; 20.9 por ciento tiene hasta primaria, y 1.9 por ciento alcanzó el nivel superior.
Dentro del segmento de secretarias, taquígrafos, capturistas y similares, 49 por ciento tiene primaria; 30.9 por ciento son profesionales medios; 16.5 por ciento posee nivel superior, y 3.5 hasta secundaria.
Tocante a los empleados de comercio en establecimientos, el 47.6 por ciento cursó estudios de secundaria; un 24.1 por ciento hasta primaria; 27.4 por ciento tiene nivel de profesional medio; 7.2 por ciento nivel superior, y 17.6 por ciento hasta primaria.
En torno a conductores y ayudantes de conductores de transporte terrestre la situación es así: 43. 7 por ciento niveles de secundaria; 24.1 hasta primaria; 24.5 por ciento profesionales medios, y 7.4 por ciento niveles superiores.
Y todos perciben sueldos que oscilan entre 4 y 8 mil pesos mensuales. Todo lo antes dicho significa que Morelos enfrenta graves rezagos en materia laboral. Existe el precarismo laboral.