JOSÉ LUIS URIÓSTEGUI: ¿CONSTRUYENDO UN CAMINO HACIA LA GUBERNATURA DESDE CUERNAVACA?
ANÁLISIS
Por Guillermo Cinta Flores
Viernes 9 de mayo de 2025
José Luis Urióstegui Salgado, presidente municipal de Cuernavaca, ha mostrado hasta la fecha una presencia sumamente activa en medios y redes sociales, lo cual puede interpretarse de dos maneras: como una estrategia para consolidar su imagen pública con miras a una candidatura futura, como la gubernatura de Morelos en 2030, o un esfuerzo para destacar los logros de su administración y fortalecer su liderazgo local. Analicemos ambas posibilidades.
Por un lado, hay indicios de que Urióstegui estaría buscando un posicionamiento más amplio. En 2023, algunos medios locales y nacionales reportaron que era considerado un perfil fuerte para contender por la gubernatura en 2024 representando al Frente Amplio por México (PAN, PRI, PRD), aunque finalmente optó por la reelección en Cuernavaca. Su declaración de querer estar “en la boleta electoral de 2024” sugirió ambiciones políticas más allá del ámbito municipal.
La gubernatura de Morelos, con un próximo ciclo electoral relevante en 2030, podría ser un objetivo lógico, dado su historial como procurador general de justicia, subsecretario de gobierno y su experiencia en cargos de alto perfil en el estado. Además, su reelección en 2024, confirmada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, lo convierte en un actor político con continuidad y visibilidad, lo que es clave para construir una base de apoyo a largo plazo. Su participación en eventos de alto perfil, refuerza su imagen como un líder comprometido con temas de interés estatal, lo que evidentemente es una estrategia para ganar reconocimiento más allá de Cuernavaca.
Por otro lado, su actividad en redes sociales y medios también puede explicarse como un esfuerzo para legitimar su gestión al frente del ayuntamiento. Urióstegui ha enfrentado retos significativos, como la herencia de una administración municipal con problemas financieros y de servicios públicos (deudas, falta de recolección de basura, cortes de energía). Su comunicación constante sobre acciones concretas—rehabilitación de parques, calles, programas de capacitación, seguridad y convenios con instituciones—parece orientada a contrarrestar críticas y demostrar resultados tangibles. Por ejemplo, publicaciones en el sitio oficial de Cuernavaca destacan iniciativas como la entrega de maquinaria al SAPAC, la promoción de entornos escolares seguros y el cumplimiento de derechos laborales, lo que refleja un enfoque en la gestión cotidiana. Además, comentarios en redes sociales recopilados en el sitio municipal sugieren que parte de la ciudadanía percibe avances en la ciudad, lo que indica que su estrategia comunicativa busca consolidar apoyo local más que proyectarse inmediatamente a un escenario estatal.
En cuanto a su popularidad, no hay datos cuantitativos específicos en las fuentes sobre su nivel de aprobación o alcance en redes sociales, pero su presencia en eventos públicos, el respaldo de figuras como la gobernadora Margarita González Saravia y la mención de su “autoridad merecida” por parte de funcionarios estatales sugieren que goza de cierta aceptación.
Es probable que Urióstegui esté combinando ambas estrategias. Su trayectoria y las menciones de su interés en cargos de mayor alcance (como la gubernatura) sugieren que busca posicionarse como un líder reconocido a nivel estatal, posiblemente con miras a 2030. Al mismo tiempo, su énfasis en difundir resultados responde a la necesidad de legitimar su gestión actual, especialmente tras una reelección disputada y en un contexto de desafíos locales. Parece estar sentando bases para ambos objetivos, pero el peso de cada uno dependerá de sus movimientos políticos en el resto de 2025 y durante 2026 porque…
Urióstegui concluye su periodo como alcalde reelecto de Cuernavaca en 2027, coincidiendo con las elecciones intermedias para la Cámara de Diputados. Dado su perfil político, experiencia previa en cargos estatales y su visibilidad como abanderado de la coalición PAN-PRI-PRD-RSP, es plausible que busque una diputación federal en 2027 como un trampolín hacia la gubernatura en 2030. Su historial, incluyendo su consideración para la gubernatura en 2024 y su trabajo en temas de seguridad y desarrollo municipal, lo posiciona como un candidato competitivo para el Congreso, desde donde podría consolidar alianzas y capital político. Sin embargo, su éxito dependerá de mantener una imagen positiva frente a desafíos como la inseguridad en Cuernavaca y de la dinámica de coaliciones opositoras frente a Morena, que domina el estado.
Finalmente comentaré lo siguiente: Urióstegui evita los pleitos. Hasta ahora jamás ha entrado en conflictos con los diputados del Congreso local, no se le conocen roces con los legisladores federales, y luego del respaldo que le ha otorgado la gobernadora, mucho menos se peleará con el Ejecutivo. Tampoco tiene líos con el Poder Judicial. Cualquier cantidad de organizaciones civiles lo reciben con beneplácito. Etcétera. A lo largo de muchas décadas he visto nadar de a muertito a muchísimos personajes de la vida pública. Y Urióstegui es uno de ellos.