JUAN SALAZAR: BAJO UNA LUPA CRÍTICA
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Martes 14 de enero de 2025
El Consejero Jurídico del Estado, Edgar Maldonado Ceballos, y la Secretaria de la Contraloría, Alejandra Pani Barragán, están demostrando un compromiso inquebrantable tras presentar las denuncias correspondientes contra ex funcionarios de la administración anterior, en siete secretarías del despacho. La presencia de ambos funcionarios, este lunes, en las oficinas de la Fiscalía Especializada Contra la Corrupción de Morelos (FECC) no solo subraya su determinación para ver estos casos avanzar, sino que también marca un hito en la lucha contra la corrupción en el estado. Entregaron cuatro denuncias por presuntas irregularidades que involucran más de 40 millones de pesos, evidenciando su seriedad y urgencia para que estas investigaciones no queden en el olvido y se traduzcan en acciones concretas de justicia.
Así las cosas, la FECC, a cargo del yautepequense Juan Salazar Núñez, está bajo una lupa crítica fundamentalmente debido a la lentitud o evasión deliberada con las que ha manejado la integración de carpetas de investigación contra ex funcionarios estatales. La ciudadanía y los medios de comunicación han expresado su frustración y escepticismo sobre la eficacia de esta institución para combatir la corrupción, especialmente cuando se trata de figuras públicas de alto perfil. Si la FECC no actúa con celeridad, corre el riesgo no solo de perder credibilidad, sino también de ser vista como una entidad ineficaz, lo que desalentará futuras denuncias y perpetuará ciclos de impunidad.
El retraso en la integración de las nuevas carpetas podría hacer que la FECC se convierta en objeto de burla y desprecio público. La expectativa de justicia rápida y efectiva es alta, y cada día que pasa sin avances significativos en las investigaciones, se percibe como una falla sistémica. La presión sobre los actuales funcionarios gubernamentales también es notoria, ya que son ellos quienes elevaron estas denuncias con la esperanza de limpiar la administración pública. Si la FECC no logra resultados, tales funcionarios se verán afectados en su reputación y capacidad para promover una agenda anticorrupción.
Además, la inacción o la lentitud de la FECC será interpretada como complicidad o protección a los ex funcionarios involucrados, lo que no solo pone en ridículo a la institución, sino que también mina la confianza en el sistema de justicia del estado de Morelos. La percepción de que la justicia se aplica de manera selectiva o tardía solo sirve para reforzar el cinismo de la población hacia las instituciones públicas.
Finalmente, si la FECC no integra pronto y efectivamente las carpetas de investigación, no solo se estará haciendo el ridículo a sí misma, sino que también fallará en su deber fundamental de perseguir y sancionar delitos de corrupción. Esto traerá repercusiones políticas y sociales amplias, afectando la gobernabilidad y la moral pública.
Funcionarios como Edgar Maldonado Ceballos y Alejandra Pani Barragán, quienes han apostado por una lucha frontal contra la corrupción, verán su credibilidad cuestionada y su capacidad para liderar reformas seriamente comprometida. Por lo tanto, es imperativo que la FECC demuestre su compromiso y eficacia para no solo mantener su integridad, sino también para apoyar a aquellos que buscan un cambio positivo en la administración pública.