LA ALTA INCIDENCIA EN EL ROBO DE VEHÍCULOS
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Lunes 3 de marzo de 2025
El robo de vehículos, incluyendo automóviles y motocicletas, se ha convertido en una problemática alarmante en muchas regiones, y México no es la excepción. Las estadísticas reflejan un aumento en este tipo de delitos, impulsado por la necesidad de los criminales de obtener movilidad, armas y dinero. Los ladrones encuentran en los vehículos un blanco atractivo, no solo por su valor económico, sino también por su utilidad para cometer otros crímenes. En lugares como Jiutepec, las colonias han sido testigo de un incremento en los robos violentos, lo que demuestra que este fenómeno va más allá del simple hurto y se ha transformado en una amenaza directa a la seguridad de los ciudadanos.
Un factor clave en la evolución de este delito es la tecnología de las llaves electrónicas, que ha hecho casi imposible el robo de vehículos estacionados sin el uso de fuerza. Antes, los delincuentes podían manipular cerraduras o sistemas de encendido con relativa facilidad, pero hoy en día optan por métodos más agresivos. En lugar de buscar autos desatendidos, los criminales prefieren arrebatar los vehículos directamente a sus dueños, a menudo mediante asaltos armados. Este tipo de robo violento no solo pone en riesgo las pertenencias de las víctimas, sino también sus vidas, como se ha visto en incidentes recientes en Jiutepec y otras zonas urbanas. Hace unos días, en la colonia El Porvenir de Jiutepec, una familia fue despojada de su camioneta. Solo la reacción inmediata de una mujer impidió que los atracadores se llevaran la camioneta con un bebé en el asiento trasero.
Las motocicletas, por su parte, no se quedan atrás en esta ola delictiva. Su tamaño compacto, facilidad de manejo y alta demanda en el mercado negro las convierten en un objetivo constante. El robo de motos ocurre prácticamente a diario, ya sea en estacionamientos, semáforos o incluso en las puertas de los hogares. Los ladrones aprovechan la vulnerabilidad de los motociclistas, quienes suelen estar más expuestos que los conductores de automóviles. Este fenómeno no solo afecta a los propietarios, sino que también alimenta una red de crimen organizado que lucra con la venta de partes o la reutilización de estos vehículos en actividades ilícitas.
Ante esta situación, es fundamental que los ciudadanos adopten medidas de autocuidado para reducir el riesgo de ser víctimas. Primero, evita circular por zonas solitarias o poco iluminadas, especialmente en horarios nocturnos, y mantén siempre las puertas cerradas y las ventanas arriba mientras conduces. Segundo, instala dispositivos de seguridad adicionales, como alarmas o localizadores GPS, que puedan disuadir a los ladrones o facilitar la recuperación del vehículo. Tercero, en el caso de las motocicletas, utiliza candados de disco o cadenas resistentes y, de ser posible, estaciónalas en lugares vigilados. Finalmente, si te enfrentas a un robo violento, prioriza tu seguridad personal sobre tus pertenencias: no opongas resistencia ante un agresor armado. La prevención y la prudencia son las mejores herramientas para enfrentar esta creciente amenaza.