LA BATALLA POR EL FUTURO DE MORENA: CORRUPCIÓN Y PODER EN LA SUCESIÓN DE 2030
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Jueves 19 de diciembre de 2024
El conflicto entre Ricardo Monreal y Adán Augusto López va más allá de simples acusaciones de corrupción y se enmarca en un contexto más amplio de reacomodo político dentro de Morena y la lucha por posicionamiento de cara a futuras sucesiones, incluyendo la de Claudia Sheinbaum en 2030.
Por un lado, las acusaciones de corrupción son el catalizador inmediato del enfrentamiento, donde Adán Augusto López ha señalado irregularidades en el manejo de recursos durante la gestión de Monreal en el Senado. Sin embargo, estos señalamientos pueden ser interpretados también como estrategias para debilitar a un rival político, lo que sugiere una disputa por el control y la influencia dentro del partido.
Desde otro ángulo, este conflicto refleja las tensiones internas dentro de Morena que se han intensificado tras la consolidación de Sheinbaum como presidenta. La lucha por el poder y la definición de quiénes serán los líderes en la sucesión presidencial de 2030 ya ha comenzado, aunque la fecha parezca lejana. La relación entre estos eventos y la sucesión de Sheinbaum puede verse en varios aspectos. Desglosemos.
La disputa entre Monreal y López no solo afecta a ellos dos, sino también a los grupos que los apoyan dentro del partido. Este conflicto podría estar redefiniendo alianzas y poder dentro de Morena, preparando el terreno para la futura contienda por la sucesión presidencial.
Aunque Andrés Manuel López Obrador ya no está en la presidencia, su influencia sigue siendo significativa dentro de Morena. Personajes como Monreal y López, quienes han sido parte de su círculo cercano, están posicionándose o siendo posicionados por otros para tener un rol en la sucesión de Sheinbaum, lo que implica que las lealtades y estrategias políticas se están ajustando en base a esa influencia.
La sucesión de 2030 es vista como una oportunidad para que diferentes facciones dentro de Morena se reorganicen y se perfilen líderes que puedan continuar con lo que se ha denominado la “Cuarta Transformación”. Este conflicto, entonces, pudiese ser interpretado como una prueba de fuerza y una señal de cómo podrían desarrollarse las alianzas y luchas internas en los próximos años.
Aunque el conflicto inmediato se centra en acusaciones de corrupción, el trasfondo parece ser mucho más complejo, relacionado con la preparación de futuras batallas políticas dentro de Morena, donde la sucesión de Claudia Sheinbaum en 2030 es un horizonte clave. La dinámica interna del partido, la influencia de figuras como AMLO, y la consolidación de poder y alianzas son factores que no pueden ser desestimados en este análisis y muchos otros en el futuro.