La Familia Michoacana pretende asentarse en Coatlán del Río y coloca lonas con mensajes intimidatorios dirigidos al alcalde y comerciantes
Esta mañana de sábado, autoridades y ciudadanos de Coatlán del Río, en el sur poniente de Morelos, reportaron el hallazgo de varias lonas impresas con narcomensajes colocadas en distintos puntos del municipio. Los mensajes, firmados por el grupo delictivo La Familia Michoacana, hacen referencia directa al alcalde, la ciudadanía, taxistas y floreros de la zona.
Las mantas contienen advertencias y amenazas, aunque no se ha revelado el contenido exacto por parte de las autoridades locales, quienes ya investigan el caso.
La Familia Michoacana, un cártel con fuerte presencia en Morelos, Guerrero y el Estado de México, ha utilizado este tipo de narcomensajes en el pasado para intimidar a grupos rivales, autoridades y sectores específicos de la población. En Coatlán del Río, las lonas parecen dirigirse a taxistas y floreros, posiblemente como parte de una estrategia para controlar actividades económicas locales, como el transporte y el comercio de flores, que son comunes en la región.
Las autoridades estatales, en coordinación con la Fiscalía General del Estado, han intensificado la vigilancia en el municipio tras este incidente, mientras la ciudadanía permanece alerta ante el aumento de la violencia relacionada con el crimen organizado.
El propósito principal de las mantas colocadas por La Familia Michoacana en Coatlán del Río es consolidar su control territorial y proyectar poder frente a la población, las autoridades y posibles grupos rivales. Estos mensajes buscan intimidar al alcalde y a la ciudadanía para disuadir cualquier resistencia o cooperación con fuerzas de seguridad o cárteles contrarios, como el Cártel Jalisco Nueva Generación o la Unión Guerrerense y Morelense, mencionados en incidentes previos.
Al dirigirse específicamente a taxistas y floreros, el grupo probablemente intenta extorsionar o regular estas actividades económicas, imponiendo cuotas o controlando el mercado local para financiar sus operaciones. Además, las mantas sirven como propaganda para reforzar su imagen de dominio en la región, generando miedo y desalentando la intervención de autoridades o la formación de grupos de autodefensa, una táctica recurrente en su historial delictivo.