LA FIEBRE POR LA ALCALDÍA DE CUERNAVACA
La carrera por la alcaldía de Cuernavaca en 2027 ya está en marcha, y la lista de aspirantes no para de crecer. Como bien apunta Gerardo Suárez, columnista de El Regional del Sur, la capital de Morelos se ha convertido en un codiciado botín político, donde nombres de todos los colores y trayectorias se agolpan, algunos con méritos dudosos y otros con claras intenciones de aprovechar atajos burocráticos.
La decisión de exceptuar a Cuernavaca de ciertas determinaciones, como señala Suárez, parece tener dedicatoria directa: Daniel Martínez Terrazas, presidente de la Junta Política del Congreso, estaría entre los beneficiados. Pero no es el único.
A la ya nutrida lista de mujeres aspirantes —Meggie Salgado, Andrea Gordillo, Jessica Ortega, Karla Aline Herrera, Alejandra Pani, Paula Trade y Lucy Meza Guzmán— se suman figuras como el senador Víctor “el Güero” Mercado, la directora del Instituto Morelense de Radio y Televisión, Alejandra Flores, y Javier Bolaños Aguilar, secretario de la Comisión Estatal del Agua.
Sin embargo, lo que más llama la atención es la irrupción de nombres como Agustín Alonso Gutiérrez, diputado federal por Morena, quien, a pesar de residir en Yautepec —un municipio que no precisamente destaca por su tranquilidad—, se ha “destapado” como aspirante. Suárez lo dice sin rodeos: es “preocupante, por no decir grotesco” que figuras como Alonso busquen imponerse en Cuernavaca mediante alianzas de ocasión, sin un arraigo real en la capital.
Y si la lista no fuera ya lo suficientemente extensa, Juan Ángel Flores Bustamante, exalcalde de Jojutla y actual diputado federal, también ha levantado la mano. Previsor, no pierde oportunidad de dejarse ver en eventos de Cuernavaca, desde ceremonias formales hasta la popular feria de Alta Vista, donde su presencia es casi tan tradicional como los tacos de cecina.
El requisito de residencia, al parecer, no es obstáculo. Como dice Suárez, todos los políticos tienen una casa en Cuernavaca, aunque sea de membrete. Pero más allá de las ambiciones personales, el verdadero reto está en lo que está en juego: profundizar la transformación desde lo local, como apunta el columnista.
En una plaza como Cuernavaca, donde la política es tan apasionada como polarizada, la ciudadanía merece aspirantes con propuestas sólidas, no solo con ansias de poder.
La pregunta es: ¿quién logrará conectar con los cuernavacenses? Porque, como bien sabemos, en la capital de Morelos no basta con querer, hay que convencer. Y el 2027 está más cerca de lo que parece.