La gobernadora MGS, decidida a reducir la criminalidad en Morelos, principalmente la extorsión, la violencia contra mujeres y los feminicidios
La gobernadora Margarita González Saravia reafirmó su compromiso de bajar los índices de inseguridad en el estado de Morelos, mediante la participación de los presidentes municipales y las fuerzas de seguridad general, aunque se dijo extrañada por las cifras que recibió de la administración saliente respecto de la incidencia delictiva.
“Hay unas estadísticas muy raras desde el punto de vista de seguridad como nos entregan el estado”, expuso la gobernadora y afirmó que el delito inmediato a combatir es la extorsión para lo cual enviaron una iniciativa de ley al Congreso de Morelos para elevar las penas.
Otro aspecto importante, abundó, es combatir la violencia contra las mujeres, los feminicidios, los crímenes violentos de mujeres, y para ello trabajan con cerca de 15 instituciones para elaborar una estrategia.
Como inicio del plan para reducir los índices delictivos, ordenó la reincorporación de al menos 70 elementos de la Policía Morelos que laboraban como escoltas de alcaldes y políticos. Todos pasarán a formar parte de la nueva Policía Turística, con presencia relevante en el primer cuadro de la ciudad capital.
González Saravia explicó que parte de la estrategia es apoyar desde el Ejecutivo iniciativas contra la extorsión, agilizar la coordinación con municipios y aumentar la presencia de elementos policiales, así como retirar los escoltas que cuidaban a políticos.
La gobernadora afirmó que actualmente revisan la legislación en materia de seguridad y la idea es que el Poder Judicial acompañe esa labor para generar algunas propuestas de modificación, que ayuden a hacer una justicia más expedita y evitar que los delincuentes detenidos infraganti en el delito sean liberados por un juez bajo el argumento de violaciones al debido proceso.
González Saravia también informó que se trabaja de manera coordinada con las autoridades de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) en un plan estratégico de senderos seguros para la comunidad universitaria, luego del secuestro y crimen de dos biólogos jubilados por la universidad estatal.