LA IMPORTANCIA ESTRATÉGICA DE LA UNIDAD EN MORENA
PERSPECTIVA
Por Marcos Pineda Godoy
Martes 24 de junio de 2025
El principal llamado del expresidente, al final de su mandato, acogido e insistido por la hoy presidenta, fue conservar y proteger la unidad de su movimiento político. Ese llamado, reiterado cada vez que se escuchan voces discordantes o críticas en el interior refleja, a la vez, su máximo temor: las divisiones en grupos de intereses o facciones ideológicas.
No es ni nuevo ni detectado sólo por este régimen, sino producto del conocimiento y la reflexión sobre el nacimiento, auge, periodo hegemónico y derrumbe del sistema priista que pudo mantener el control de la presidencia de la República por setenta años.
Las rebeliones políticas al interior del PRI, durante el periodo del presidencialismo casi omnipotente muy pronto eran sofocadas y sus líderes neutralizados, ya fuera política, legal o ilegalmente, incluso con medidas como el encarcelamiento, el destierro y hasta el entierro, porque se trataba de mantener la unidad a toda costa. Durante varios sexenios eso les funcionó. Pero no para siempre.
Que fuera posible el triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador en el 2018 tiene su origen e historia en el rompimiento con el PRI, encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo, junto con otros líderes, y su alianza con luchadores sociales como Heberto Castillo. Ese fue el prólogo de lo que a la postre se convertiría en lo que se esperaba fuera la hoy interrumpida transición a la democracia.
Una de las herencias recibidas por Claudia Sheinbaum, quizá la políticamente más estratégica, es la unidad partidaria y del movimiento. El contar con una licencia a su militancia no traslada, en la práctica, la responsabilidad a la líder legal, formal, pues, de Morena. Eso quedó claro en el más reciente Consejo Nacional, donde Luisa María Alcalde Luján presentó y respaldó las propuestas de la presidenta para ser aprobadas.
Sin embargo, las actitudes, los movimientos y las tenebras desde el interior, incluidas las de ciertos representantes populares emanados o recibidos en el partido guinda, en nada ayudan a conservar la unidad. El que ya estén desafiando la autoridad política presidencial y la partidaria a tan pocos años de haber llegado al poder no es una buena señal para la conservación de la unidad morenista, de cara a las elecciones intermedias, en las que el régimen se jugará no sólo los puestos administrativos, sino también las mayorías calificadas, clave para el sostenimiento y preparación del terreno de gobierno en los próximos años.
La unidad del partido en el gobierno está en juego.
Y PARA INICIADOS:
Ya dio inicio el periodo extraordinario de sesiones del Congreso de la Unión. Una treintena de reformas legales serán aprobadas, fast track, en los próximos días. Entre ellas, hay que estar muy al pendiente de lo que finalmente incluyan las relativas a la libertad de expresión y los medios de comunicación, así como los últimos ajustes para militarizar, ahora sí ya por completo, la seguridad pública en el país. Me pregunto si los legisladores federales están enterados al menos de los contenidos de tantas reformas que habrán de votar… ¿en tan pocos días?
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