LA MENTIRA SUPERA A LA VERDAD
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Viernes 26 de abril de 2024
Conforme los mexicanos avanzamos cada día más hacia La Madre de Todas las Elecciones, a desarrollarse el próximo domingo 2 de junio, más comprobamos que vivimos en un país de cínicos y mentirosos; bueno, al menos esa es la esencia que proyectan los ínclitos miembros de la clase política mexicana.
Este jueves lo comprobamos durante la conferencia de prensa en Palacio Nacional, donde el presidente López Obrador negó haber declarado, siendo candidato en 2012, la necesidad de regresar al Ejército a los cuarteles y evitar la militarización o militarismo del país. Más tardó en negarlo, que la verdad en salir a flote mediante videos con sus expresiones al respecto. Ni para dónde hacerse ante las apabullantes imágenes y afirmaciones. Se cumplió el antiguo dicho: “Se ahorcó con su propia lengua”.
Una vez más, López Obrador garantizó que el 1 de septiembre rendirá su sexto y último informe, para lo cual, por enésima ocasión, la Plaza de la Constitución de la CDMX será atiborrada con acarreados. Y volvió a hablar sobre su supuesta “jubilación” a partir del primer minuto del 1 de octubre, luego de entregar la banda presidencial a la dama que triunfe en los inminentes comicios. Después, señaló, se trasladará a su rancho de Palenque, Chiapas, conocido como “La Chingada”. Es decir, López Obrador se irá literalmente a ese punto geográfico. Sin embargo, debido a que la mentira siempre ha superado a la verdad en el discurso del presidente, nadie le creyó. Nadie le ha creído, nadie le cree y nadie le creerá que no buscará ejercer el poder tras el trono, es decir detrás de Claudia Sheinbaum Pardo, su criatura.
¿Dónde radica, gentiles lectores, el poder de la mentira? Efectivamente: en su constante repetición. Así se transforma en verdad. Si usted tiene dudas al respecto, pregúntele a los feligreses de la 4T si le creen o no a López Obrador. Sin embargo, la actual campaña preelectoral está exhibiendo a otros distinguidos miembros de ese movimiento con un discurso plagado de mentiras. Son tan embusteros que se creen sus propias falsedades. Son especialistas en engañar al prójimo.
Dicen que Maquiavelo dijo lo siguiente:
“Los hombres son de mente tan simple, y sus necesidades inmediatas los dominan de tal manera, que el hombre engañoso siempre encontrará a muchos dispuestos a dejarse engañar”.
Al señor Robert Greene, autor del libro “Las 48 leyes del poder”, se atribuye lo siguiente. Se supone que es precisamente una de las 48 reglas:
“Desconcierte a la gente y manténgala en la mayor ignorancia posible, sin revelar nunca el propósito de sus acciones. Si no tienen la menor idea de qué es lo que usted quiere lograr, les resultará imposible preparar una defensa”.
Frente a la cascada diaria de declaraciones y discursos electorales, podríamos deducir que el objetivo es manipular a los potenciales electores y guiarlos por el camino de las falsas suposiciones colocándolos sobre nubes de humo. El principal ingrediente del discurso político es el engaño. ¡Nadie debe percatarse sobre el ocultamiento de la verdad!
Las siguientes palabras le fueron atribuidas a Jean de la Bruyère, filósofo y escritor moralista francés, las cuales definen el discurso político de la actualidad:
“Un hombre que conoce la corte es amo de sus gestos, de su mirada y de su rostro; es profundo, impenetrable; disimula los malos oficios, sonríe a sus enemigos, controla su irritación, disimula sus pasiones, niega sus afectos, y habla y actúa contra sus sentimientos”.
Yo sostengo mi primer enunciado de hoy: “La mentira ha superado a la verdad”. ¡Y ahí vienen de nuevo!