LA PROBLEMÁTICA DE LA NARCO CULTURA
PERSPECTIVA
Por Marcos Pineda Godoy
Lunes 14 de abril de 2025
La caótica protesta del público en el palenque de la Feria del Caballo de este año, en Texcoco, debe ser considerada en serio. No se trata solamente de una manifestación de inconformidad, como cuando la gente silva en el cine al tardar en iniciarse la proyección. Hay quienes suponen la existencia de una problemática más profunda, que el simple descontento al no haber podido escuchar los corridos de su preferencia.
Los aspectos psicológicos y sociológicos del impacto en la población son materia que bien puede ser objeto de estudios especializados, no sólo de los narcocorridos, sino todo el conjunto de elementos que han formado, al paso de varias décadas, una especie de narco cultura. Una apología de la violencia, interiorizada por individuos y grupos, que va más allá de gustos musicales, estilos para vestir, formas de hablar y series o películas que ensalzan las figuras de traficantes y asesinos.
La gran preocupación no son las preferencias personales o colectivas en sí mismas, sino el posible reflejo de una base social ampliamente esparcida en el territorio nacional, que no sólo normaliza la violencia y el incumplimiento a las leyes, sino que echa por tierra los valores esenciales de los derechos humanos, como el respeto a la vida y la convivencia pacífica.
La identificación social con los líderes del narcotráfico, como si se tratara de antihéroes en una película de ficción, creyéndolos símbolo de éxito y modelos a seguir, rebasa ya la concepción de las producciones culturales, en tanto forma de expresión e interpretación de las realidades existentes, acercándolas más al plano de la ideologización, como lo estudiaron Friedrich Nietzsche o Herbert Marcuse, o hasta el conductismo de Skinner y Pávlov, para reproducir comportamientos producto de la interacción con el entorno.
No es un asunto menor. Y sí, efectivamente guarda relación con las causas que lo generan. La falta de oportunidades, una educación de muy deficiente calidad y la poca atención de los padres de familia a las actividades y gustos de los hijos. Todo ello y más tiene que ver. Pero también hay una responsabilidad del Estado, que ya comenzó, en voz de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, a llamar la atención para que, a su vez, socialmente comencemos a darnos cuenta de la problemática y tomemos medidas.
Y PARA INICIADOS:
Preocupantes los incendios de las últimas semanas. La hipótesis de que pudieran ser provocados, con dolo y no sólo por accidente, no deben descartarse. Por lo pronto, al menos son inusuales. Habrá que esperar las cifras oficiales sobre cantidad, intensidad y magnitud de los incendios forestales en esta temporada de calor. Pero también, dar con los responsables, pues si fueron provocados no deben quedar en la impunidad.
La información es PODER!!!