LA PROPAGANDA NEGRA
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Martes 15 de agosto de 2023
Conforme nos acercamos a “La Madre de Todas las Elecciones”, a desarrollarse el 2 de junio de 2024, los grupos sociales relativamente enterados sobre el acontecer político buscan a diario la información más aproximada a la realidad, a fin de tomar sus decisiones. Es decir: quisieran evitar las equivocaciones y no “encender veladoras” donde no deben hacerlo.
Es en tal contexto de la cotidianeidad morelense donde los grupos de interés o de presión son presas fáciles del rumor, el chisme y la propaganda negra. Este fenómeno ha sido estudiado por la sociología moderna y merece nuestra atención conforme nos acercamos a los tiempos preelectorales, a los plazos en que todos los partidos políticos habrán de escoger a sus candidatos a cargos de elección popular, y finalmente al “banderazo de salida”, cuando escucharemos el grito de “¡arrancan!”, iniciándose una de las más feroces competencias electorales de que tengamos memoria.
Los mexicanos llevamos cinco años constatando los diarios ataques entre quienes integran la vida pública nacional. Asimismo, los principales dirigentes de todos los partidos políticos se han dado hasta con la cubeta, buscando el objetivo de sacar raja electoral. Para eso se valen de diferentes instrumentos, entre los cuales se ubica la propaganda negra. No pasa un día sin que nos enteremos sobre un nuevo ataque, dirigido hacia tal o cual personaje, incluido el presidente López Obrador quien, a su vez, en todas las mañaneras ataca y busca destruir a alguien. Este lunes lo hizo en contra de varios personajes, destacando un ministro de la SCJN (Luis María Aguilar Morales) y la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos.
Y conforme nos adentremos en el proceso electoral constitucional, mismo que iniciará el próximo 4 de septiembre, los ataques subirán de tono, hasta el grado de exacerbar los ánimos de las feligresías hasta el riesgo de la violencia.
¿Creen ustedes que lo anterior es una exageración? No me crean a mí, sino a uno de los primeros estudiosos del arte de la guerra de quienes existe registro. Me refiero al general chino Sun Tzu, quien escribió hace dos mil 500 años:
“El ataque no consiste sencillamente en el asalto a las ciudades amuralladas o en disponer ordenadamente el avance de las tropas; debe incluir el arte de acometer contra el equilibrio mental del enemigo (…) combatir y conquistar no es la excelencia máxima en la guerra. Ésta consiste, en quebrar la resistencia del enemigo sin luchar”.
Sin embargo, dos mil años después Lenin dijo:
“Es la guerra psicológica donde las armas ni siquiera se utilizan en el campo de batalla. En su lugar ocurre la desintegración de la moral y de la fibra espiritual de una nación por voluntad de la otra”.
Y de lo anterior se desprende la propaganda negra, pero además la acción coercitiva del gobierno en contra de sus adversarios.
Hoy en día la propaganda política es conocida como operaciones psicológicas, guerra de cuarta generación, operaciones de información, y dentro de un término más amplio, es conocida como guerra política en el marco de la batalla total.
La propaganda negra aborda temas que atrapan fácilmente la imaginación del hombre común y que pueden correr de boca en boca. Estos rumores siempre tienen un valor operacional; es decir, obligan a la gente a movilizarse y a entorpecer la labor del gobierno sin darse cuenta.
Y como los electores del 2024 se moverán emocionalmente, todo sucederá gracias a la propaganda negra.