LA PROPAGANDA NEGRA
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Lunes 8 de enero de 2024
Conforme nos acerquemos a La Madre de Todas las Elecciones, a desarrollarse el domingo 2 de junio de 2024, los grupos políticos relativamente enterados sobre la vida pública buscarán a diario la información más aproximada a la realidad, a fin de tomar sus decisiones. Es decir: querrán evitar las equivocaciones y no “encender veladoras” donde no deben hacerlo. Uno de sus principales objetivos será sumarse a la campaña correcta, pues anhelan acomodarse en alguna institución o dependencia pública para resolver sus ingresos y quizás también su situación patrimonial.
Es en tal contexto de la cotidianeidad morelense donde los grupos de interés o de presión son presas fáciles del rumor, el chisme y la propaganda negra. Este fenómeno ha sido estudiado por la sociología moderna y merece nuestra atención conforme nos adentramos a los tiempos preelectorales, a los plazos en que todos los partidos políticos definirán a sus candidatos a cargos de elección popular, y finalmente al “banderazo de salida”, cuando escucharemos el grito de “¡arrancan!”, iniciándose una de las más feroces competencias electorales de que tengamos memoria.
La propaganda negra le ha funcionado eficazmente a todos los partidos en procesos electorales pasados. No veo la razón por la cual no vayan a utilizarla o ya la estén empleando, con el fin de sacar raja electoral. La semana pasada y los días sábado y domingo así lo hicieron.
¿Creen ustedes que lo anterior es una exageración? Entonces no me crean a mí, sino a uno de los primeros estudiosos del arte de la guerra de quienes existe registro. Me refiero al general chino Sun Tzu, quien escribió hace dos mil 500 años:
“El ataque no consiste sencillamente en el asalto a las ciudades amuralladas o en disponer ordenadamente el avance de las tropas; debe incluir el arte de acometer contra el equilibrio mental del enemigo (…) combatir y conquistar no es la excelencia máxima en la guerra. Ésta consiste, en quebrar la resistencia del enemigo sin luchar”.
Sin embargo, dos mil años después Lenin dijo: “Es la guerra psicológica donde las armas ni siquiera se utilizan en el campo de batalla. En su lugar ocurre la desintegración de la moral y de la fibra espiritual de una nación por voluntad de la otra”.
Hoy en día la propaganda política es conocida como operaciones psicológicas, guerra de cuarta generación, operaciones de información, y dentro de un término más amplio, es conocida como guerra política en el marco de la batalla total. Así las cosas, a nadie deberían extrañar, por lo menos entre de los políticos morelenses, los sistemáticos ataques padecidos por propios y extraños en el actual proceso electoral.
La propaganda negra aborda temas que atrapan fácilmente la imaginación del hombre común y que pueden correr de boca en boca. Estos rumores siempre tienen un valor operacional; es decir, obligan a la gente a movilizarse y a entorpecer la labor del gobierno o del partido sin darse cuenta.
Y como los electores de 2024 se moverán emocionalmente, todo sucederá gracias a la propaganda negra. Lo peor es que ciertos políticos no se percatan sobre su efecto corrosivo. Esto apenas empieza, señoras y señores. Estaremos atentos a los futuros acontecimientos y después lo comentaremos para ustedes a través de este medio.