LA RELEVANCIA EN LA ELECCIÓN DEL NUEVO PAPA
PERSPECTIVA
Por Marcos Pineda Godoy
Martes 22 de abril de 2025
A principios de 2016, el papa Francisco visitó México. Desde entonces, dejó clara su preocupación por los graves problemas nacionales e internacionales relacionados con la pobreza, la violencia y el narcotráfico. Además, expresó fuertes críticas a la exclusión y marginación de las comunidades indígenas y las minorías de diversa índole.
Fue el primer jefe del estado vaticano en atreverse a sobrepasar los límites de la ortodoxia y la tradición canónica sobre temas como la homosexualidad y la comunión de parejas divorciadas, vueltas a unirse con otras. Por ello, enfrentó la oposición a su pensamiento inclusivo, por parte de las cúpulas cardenalicias más conservadoras de la iglesia católica. Pero eso no lo detuvo.
Sus señalamientos nunca fueron rechazados por presidentes latinoamericanos en funciones. Al contrario, quizá evadiendo responder en forma directa, lo que sí hicieron fue reconocer en Francisco a un gran líder espiritual y político, como lo hiciera en su momento, López Obrador y el día de ayer, Claudia Sheinbaum. Lo consideraron como un gran humanista.
Las especulaciones y apuestas por el control político de la jerarquía religiosa ya comenzaron, aun antes de la instalación del cónclave para elegir a quien será su sucesor. Son 136 los cardenales que tendrán la posibilidad de votar y ser votados. De ellos, 108 fueron designados por el propio Francisco. El resto, por sus antecesores.
La relevancia en la elección del nuevo papa es de las mayores dimensiones en la historia de la curia romana. Va más allá del relevo en el poder, en la jefatura del Estado. Supone, ya bien la continuidad del proceso de reformas al interior de la iglesia y sus posturas hacia afuera o la regresión a las tradiciones conservadoras.
La apertura de Francisco a las minorías y al disenso, tras su relevo, está en juego. Podría continuar o detenerse. Quizá hasta retroceder, dependiendo de quién sea electo como el siguiente sucesor en el trono de San Pedro. Por cierto, también, con impacto en sus relaciones internacionales.
Y PARA INICIADOS:
Resulta difícil de entender por qué se sintió aludido el gobierno mexicano, luego de la filtración de una alerta de seguridad del gobierno ecuatoriano, en la que se acusa el traslado de sicarios a su país, con el objetivo de asesinar al recién relecto presidente, Daniel Novoa. Las relaciones con Ecuador están muy deterioradas y, sí, es por culpa del gobierno de este país centroamericano. Sin embargo, en ningún momento las sospechas reveladas son en contra del gobierno de México, sino de los cárteles. ¿Para qué, entonces, desmentir a través de un comunicado oficial de Relaciones Exteriores? ¿No es ponerse un saco que no le corresponde y se supone que no le queda?
La información es PODER!!!