LA REUNIÓN EN EL SENADO: UNA SEÑAL DE ALINEACIÓN POLÍTICA
ANÁLISIS
Por Guillermo Cinta Flores
Martes 5 de agosto de 2025
La reunión de este martes 5 de agosto en el Senado de la República entre Hugo Aguilar, presidente electo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y figuras clave de Morena como Adán Augusto López, Gerardo Fernández Noroña, Ignacio Mier y Manuel Huerta Ladrón de Guevara, envía un mensaje claro sobre la consolidación del poder en el marco de la reforma judicial impulsada por Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Este encuentro, lejos de ser un simple acto protocolario, refleja la intención de alinear al Poder Judicial con los intereses del proyecto político de la Cuarta Transformación (4T). La presencia de Aguilar, legitimado por una elección popular que ha sido cuestionada por su baja participación y diseño a favor de perfiles afines a Morena, junto a líderes legislativos cercanos a AMLO, sugiere un esfuerzo deliberado por mostrar que la SCJN no será un contrapeso independiente, sino un actor subordinado a la agenda del oficialismo.
La señal principal que busca proyectar esta reunión es la de unidad y control político sobre las instituciones del Estado. Al reunirse con figuras prominentes de Morena, Aguilar parece estar reafirmando su lealtad al proyecto de la 4T, encabezado por AMLO y continuado por Claudia Sheinbaum. La elección judicial de 2025, que permitió la llegada de Aguilar y otros ministros afines al oficialismo, fue diseñada para garantizar que el Poder Judicial no obstaculice las iniciativas del Ejecutivo y el Legislativo, como ocurrió durante los enfrentamientos entre AMLO y la SCJN en el pasado. Este encuentro simboliza la culminación de un proceso que comenzó con la reforma judicial de 2024, la cual redujo el número de ministros de la Corte y estableció la elección popular de jueces, magistrados y ministros, un mecanismo que críticos han señalado como una herramienta para consolidar el control de Morena sobre el Poder Judicial.
Además, la reunión envía un mensaje a los opositores y a la sociedad de que la 4T tiene la capacidad de coordinar los tres poderes de la Unión bajo una misma visión ideológica. La presencia de figuras como Adán Augusto López, quien ha sido cuestionado por su cercanía a AMLO y su papel en la implementación de políticas controversiales, y Fernández Noroña, conocido por su retórica combativa, refuerza la percepción de que el nuevo Poder Judicial no será un árbitro neutral, sino un aliado del oficialismo. Este acto también busca disipar dudas sobre la legitimidad de Aguilar, cuya elección ha sido criticada por la alta cantidad de votos nulos y mensajes de protesta en las boletas, que reflejaron el descontento de sectores de la población con una reforma vista como una imposición de Morena. Al presentarse junto a líderes legislativos, Aguilar intenta proyectar una imagen de respaldo político sólido, aunque esto sea una evidente sumisión a los intereses del partido gobernante.
Esta reunión también es una advertencia a futuros disidentes dentro y fuera de la 4T: cualquier intento de desafiar la hegemonía del proyecto político de AMLO enfrentará una maquinaria institucional coordinada. La asistencia de Aguilar al Senado, recibido con gestos amistosos por los senadores de Morena, no solo prepara el terreno para la toma de protesta de los nuevos integrantes del Poder Judicial el 1 de septiembre de 2025, sino que también marca el inicio de una nueva etapa en la judicatura donde la independencia judicial podría quedar comprometida. La señal es clara: la 4T busca un Poder Judicial que no solo sea complaciente, sino que activamente facilite la continuidad de su agenda, consolidando un sistema donde el Ejecutivo, el Legislativo y ahora el Judicial operen en sintonía bajo la influencia de AMLO y sus aliados.
El encuentro coloca a Claudia Sheinbaum en una posición de aparente fortaleza, pero también de desafío ante el legado de Andrés Manuel López Obrador. Como presidenta en funciones desde octubre de 2024, Sheinbaum enfrenta la presión de mantener la cohesión de la 4T mientras consolida su propio liderazgo, en un contexto donde estas demostraciones de fuerza subrayan la influencia persistente de AMLO sobre las instituciones, incluido el Poder Judicial. Aunque la alineación de la SCJN con Morena puede facilitar la implementación de su agenda, también la expone a críticas por la erosión de la independencia judicial, lo que podría complicar su relación con sectores opositores y la sociedad civil, quienes ven en estas acciones un intento de perpetuar el control político de la 4T más allá del mandato de AMLO.