LA VIOLENCIA VICARIA: UN PASO URGENTE HACIA SU TIPIFICACIÓN FEDERAL
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Martes 13 de mayo de 2025
La violencia vicaria, una forma cruel de agresión indirecta que utiliza a los hijos para infligir daño a la madre o al padre, ha emergido como un problema crítico que demanda atención legislativa en México. Definida como actos u omisiones que buscan causar sufrimiento a través de los menores, esta forma de violencia de género ha sido invisibilizada durante mucho tiempo, careciendo de un reconocimiento específico en el marco jurídico penal nacional.
Aunque estados como Morelos han avanzado en su tipificación, la ausencia de esta figura en el Código Penal Federal limita la protección homogénea de las mujeres mexicanas. Una iniciativa de la diputada Jazmín Solano López, presidenta del Congreso de Morelos, busca revertir esta laguna legal, proponiendo reformas que no solo castiguen este delito, sino que garanticen medidas preventivas y precautorias para las víctimas.
Morelos ha jugado un papel pionero en la lucha contra la violencia vicaria, siendo uno de los 22 estados que han tipificado este delito en sus códigos penales, además de incluirlo en su Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Desde 2022, el Congreso local aprobó reformas para sancionar a quienes utilicen a los hijos como instrumentos de daño, un logro impulsado por colectivos feministas y legisladoras como Tania Valentina Rodríguez Ruiz. Este avance ha permitido visibilizar y atender casos que antes quedaban en la impunidad bajo el argumento de ser “asuntos familiares”. Sin embargo, la disparidad legislativa entre entidades federativas subraya la necesidad de una normativa federal que unifique criterios y garantice justicia en todo el país.
La propuesta de la diputada Solano López es un llamado a la acción para que el Congreso de la Unión asuma su responsabilidad en la protección de las mujeres y los menores. Al presentar reformas al Código Penal Federal y al Código Nacional de Procedimientos Penales, busca establecer la violencia vicaria como un delito perseguido de oficio, con sanciones severas que incluyen la pérdida de la patria potestad y castigos específicos – como el impedimento de acuerdos reparatorios para los agresores.
Además, la iniciativa dota al Ministerio Público de herramientas para actuar de manera inmediata, solicitando medidas precautorias y exhortando a los agresores a cesar conductas lesivas, priorizando la protección de las víctimas y la dignidad humana.
La relevancia de esta iniciativa trasciende las fronteras de Morelos, pues responde a un clamor social de miles de víctimas que enfrentan procesos judiciales largos y revictimizantes. Al basarse en compromisos internacionales, como la Convención de Belém do Pará, la propuesta de Solano López refuerza el compromiso del Estado mexicano con la erradicación de la violencia de género.
Su inclusión en el Código Penal Federal no solo armonizaría la legislación nacional, sino que enviaría un mensaje contundente: las mujeres y los menores no están solos, y el silencio ya no será la respuesta del Estado. Es imperativo que los legisladores federales de Morelos, tanto senadores como diputados, retomen esta iniciativa con urgencia, convirtiéndose en aliados de una causa que honra la memoria de las víctimas y protege a quienes aún están en riesgo.
La violencia vicaria no puede seguir siendo un delito invisible en el ámbito federal. La propuesta de Jazmín Solano López es un acto de justicia y humanidad que debe ser respaldado por todos los sectores legislativos y sociales. Morelos ha demostrado que el cambio es posible, y ahora corresponde al Congreso de la Unión dar el siguiente paso. Tipificar la violencia vicaria a nivel federal no es solo una reforma legal; es una promesa de que las mujeres mexicanas merecen vivir libres de violencia, y de que sus hijos no serán más un arma en manos de sus agresores. Es hora de actuar con decisión y solidaridad para construir un México más justo y seguro para todas.