LAS DECISIONES DEL AYER, LOS ERRORES DE HOY
OPINIÓN
Por Guillermo Cinta Flores
Lunes 18 de noviembre de 2024
El concepto de que “las decisiones del ayer son los errores de hoy” ha sido explorado por numerosos pensadores a lo largo de la historia, pero uno de los que más ha profundizado en esta idea es el filósofo alemán Friedrich Nietzsche. Nietzsche, conocido por su crítica a la moralidad tradicional y su concepto del “eterno retorno”, sugiere que muchas de las decisiones que tomamos en el pasado, bajo la luz de las circunstancias y conocimientos disponibles en ese momento, pueden a menudo ser vistas como errores desde la perspectiva actual.
Nietzsche argumenta que cada decisión está condicionada por el contexto histórico, cultural y personal del individuo. Por ejemplo, durante el Renacimiento, la ciencia y la religión se entrelazaban de maneras que hoy consideramos anticuadas o incluso erróneas. Las decisiones basadas en la creencia de que la Tierra era el centro del universo, o que los cuerpos celestes influían directamente en los destinos humanos, hoy son vistas como errores fundamentales. Este desfase temporal entre lo que se consideraba correcto y lo que ahora entendemos como erróneo, subraya la idea de Nietzsche de que el tiempo no solo cambia las circunstancias, sino también la validez de nuestras decisiones.
Otro pensador que aborda este tema desde una perspectiva diferente es el historiador Yuval Noah Harari. En su obra “Sapiens: De animales a dioses”, Harari examina cómo decisiones que parecían progresistas o esenciales en su tiempo, como la invención de la agricultura, han llevado a consecuencias inesperadas y problemáticas en el largo plazo. La agricultura permitió el crecimiento de poblaciones y el desarrollo de civilizaciones, pero también introdujo desigualdades, enfermedades y una dependencia de ciclos de producción que hoy en día algunos ven como errores en la evolución humana.
Esta perspectiva nos lleva a reflexionar sobre la naturaleza de la progresión humana y el valor de la retrospectiva. Si bien es fácil criticar las decisiones del pasado con el conocimiento actual, es crucial entender que esas decisiones fueron tomadas con la mejor información disponible en su momento. Así, la idea de que las decisiones de ayer son los errores de hoy no solo es una crítica, sino una invitación a la humildad y a la constante revisión de nuestros propios juicios y decisiones presentes, con la esperanza de que en el futuro no sean consideradas errores.
Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, se implementaron varias políticas y proyectos que ahora, bajo la administración de Claudia Sheinbaum, están siendo reevaluadas o continuadas con ajustes. Uno de los ejemplos más notables es la reforma judicial, que buscaba modificar la estructura del Poder Judicial para combatir la corrupción que López Obrador señalaba. Aunque la reforma no se concretó totalmente debido a la falta de consenso para una enmienda constitucional, Sheinbaum ha mostrado intención de revisar y posiblemente avanzar en este aspecto, buscando fortalecer la independencia y la transparencia del sistema judicial. Sin embargo, la falta de éxito inicial en la reforma ha sido vista por algunos como un error, ya que no resolvió de manera efectiva los problemas de corrupción y eficiencia en el sistema judicial. En los próximos años los mexicanos podremos evaluar si las decisiones respectivas fueron errores.
Otra área donde se observa continuidad, pero también críticas, es en la política energética, especialmente con respecto a Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE). López Obrador promovió una política de reforzamiento de estas empresas estatales, lo cual se ha traducido en un mayor control gubernamental sobre la producción y distribución de energía, con énfasis en el uso de combustibles fósiles. Sheinbaum ha indicado que continuará con este enfoque, aunque con un matiz hacia las energías limpias, reconociendo la necesidad de transición energética. Este enfoque ha sido criticado por algunos sectores que ven una ineficiencia y falta de competitividad en estas empresas, así como un retraso en la adopción de energías renovables, lo que podría considerarse un error en el contexto actual de urgencia climática y competitividad económica global.