LEANDRO VIQUE: EL INDICADO EN EL IEBEM
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Miércoles 4 de septiembre de 2024
La próxima gobernadora constitucional de Morelos, Margarita González Saravia, dio a conocer este miércoles nueve nombramientos, encuadrados en lo que durante muchos años hemos llamado “gabinete ampliado” del Poder Ejecutivo. Serán, pues, los titulares de igual número de organismos públicos descentralizados.
Sin subestimar a ninguno de los agraciados, hoy deseo destacar la designación de Leandro Vique Salazar como futuro director general del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), organismo al que conoce a plenitud. Vique es maestro en Psicopedagogía y Desarrollo Humano, amén de que posee la licenciatura en español. Ha sido maestro normalista, supervisor, profesor de educación primaria y secundaria, asesor de capacitación docente y director de Desarrollo Educativo del IEBEM, entre otros cargos.
Es un personaje identificado por diferentes sectores sociales, políticos y empresariales a lo largo y ancho de Morelos, pero sobre todo ha destacado por tener magníficas relaciones con los aproximadamente 25 mil miembros del magisterio. Debido a lo anterior, durante varios lustros, se le ha mencionado como prospecto natural al cargo de secretario general de la Sección 19 del SNTE donde, para no variar, se lleva de manera excelente con el actual dirigente, Joel Sánchez Vélez.
Aquí debo poner énfasis al paso del también maestro Eliacín Salgado de la Paz, durante todo el sexenio que está a punto de concluir, como director general del IEBEM. Me parece que Eliacín se puede ir satisfecho por el deber cumplido, pues consiguió permanecer en su cargo durante casi todo el sexenio. No cualquiera lo ha logrado. Y Leandro Vique fue solidario con Salgado de la Paz para coadyuvar en la solución de diversas problemáticas. El relevo de mandos será terso. No dudo que Vique y algunos de sus posibles colaboradores estén participando en el proceso de entrega-recepción, con el fin de que la nueva administración no encuentre factores de sobresalto.
Aquí quiero referirme a algunos antecedentes del IEBEM, cuya gestación se remonta al 18 de mayo de 1992 durante el periodo presidencial de Carlos Salinas de Gortari y el de Antonio Riva Palacio López al frente del gobierno morelense. Aquel día se suscribió el Acuerdo Nacional Para la Modernización de la Educación Básica, con la participación de los gobiernos de las treinta y un entidades federativas de la república, incluido el del Estado de Morelos.
En el marco de ese acuerdo nacional, el mismo 18 de mayo de 1992, el gobierno de Riva Palacio suscribió un convenio mediante el cual el Gobierno Estatal asumió la dirección de los planteles públicos ubicados en Morelos en los que se prestan, en todas sus modalidades, los servicios de educación básica -pre-escolar, primaria y secundaria-; educación normal y demás relativas para la formación de maestros; así como educación especial –inicial, indígena, física y las “misiones culturales”-. El Gobierno Federal traspasó al Estatal los establecimientos –con todos los elementos de carácter técnico y administrativo, derechos y obligaciones, bienes muebles e inmuebles- por medio de los cuales la Secretaría de Educación Pública venía trabajando en la Entidad.
El Ejecutivo del Estado propuso así la creación de un organismo público descentralizado que tuviera a su cargo la dirección y administración técnica de los establecimientos de educación básica y normal transferidos al Estado. El Decreto 225 con el cual se dispuso la creación del IEBEM tenía la fecha del 8 de junio de 1992 y se promulgó dos días después en la edición 3591 del Periódico Oficial Tierra y Libertad.
Durante los 32 años de su existencia, por la dirección general del IEBEM han transitado infinidad de mujeres y hombres; desde los más honestos, hasta algunos bastante transas; desde los más calificados en materia educativa, hasta los evidentemente improvisados. Ha sido el escenario de múltiples conflictos, sobre todo con la Sección 19 del SNTE la cual, por su parte, siempre ha buscado influir en el nombramiento tanto del director general, como de los funcionarios colocados en cargos clave.
Por eso el director general debe tener capacidad de resistencia, gran operatividad política, profundo conocimiento sobre quién es quién en el sector, enorme sentido de tolerancia, muchísima humildad y, desde luego, conocimiento en materia financiera. Leandro Vique Salazar, según mi modesto punto de vista, es la persona indicada para sustituir a Eliacín Salgado de la Paz. Estaremos atentos el día en que revele quiénes integrarán su equipo de colaboradores y aquí lo comentaremos para ustedes, gentiles lectores.